Energía

Un autoconsumo muy protegido dispararía las tarifas eléctricas

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Un informe de The Boston Consulting Group mantiene que esta modalidad, bajo la actual norma, es sostenible. Pero alerta de que una mayor exención de costes podría elevar el precio de esta energía.

El autoconsumo –los consumidores electricos generan electricidad dentro de su punto de suministro– reduce el consumo de electricidad de la red y la producción de las unidades de generación, disminuyendo así los ingresos del sistema, pero no sus costes fijos. Éste es el punto de partida del informe «Análisis del potencial impacto económico del autoconsumo en el sistema eléctrico español», realizado por The Boston Consulting Group (BGC) a raíz del Real Decreto, publicado por el BOE el pasado 10 de octubre, «por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas de las modalidades de suministro de energía eléctrica con autoconsumo y de producción con autoconsumo». El estudio mantiene que «resulta lógico» que el autoconsumidor no pague por los costes variables del sistema «que evita al autoconsumir». Sin embargo, matiza, «es necesario que cubra los costes fijos del sistema mientras permanezca conectado al mismo, puesto que en todo momento cuenta con la garantía de suministro» que le aporta el sistema eléctrico general.

La decisión gubernamental de hace ocho días «exime a los autoconsumidores de electricidad de pagar parte de los costes regulados que sufragan actualmente todos los clientes eléctricos». En concreto, solamente cubrirán parcialmente los correspondientes a las redes de transporte y distribución y, adicionalmente, en el caso de los usuarios domésticos que dispongan de una potencia contratada a 10kW estarán exentos de abonar parte del coste de respaldo del sistema y de aquellos otros asociados a decisiones de política energética. Los expertos de BGC mantienen que la dispensa de estos pagos, destinada a impulsar la autoproducción de energía en España, supone un impacto sostenible para el sistema fiscal y eléctrico español: 64 millones de euros por cada 1% de penetración del autoconsumo. Si la cuota de autoconsumo alcanzara el 10% con la actual regulación, el impacto, según la consultora, alcanzaría los 640 millones de euros. Otros potenciales escenarios regulativos, se explica en el documento, que «repercutan menores costes del sistema al autoconsumo tendrían un impacto de entre un 40 y un 200% superior, entre 860 y 1.850 millones de euros, suponiendo la misma implantación. Obviamente, ésta será mayor cuanto más favorable para el autoconsumo sea el marco normativo y, lógicamente, su impacto real en el sistema aumentará considerablemente».

El mencionado Real Decreto –según se mantiene en el documento de The Boston Consulting Group– permitirá impulsar el autoconsumo sin que se produzcan grandes desequilibrios en el régimen que obliguen a subir las tarifas eléctricas de quienes no cuenten con instalaciones para generar su propia energía. En esta línea, los analistas hacen hincapié en que «la regulación del autoconsumo debe considerar su impacto en el conjunto de los consumidores del sistema eléctrico y no sólo el impacto individual en los autoconsumidores, puesto que los costes que no cubran los autoconsumidores incidirán sobre el resto de consumidores». Concretando, un 10% de penetración de la autoproducción aumentaría el coste de la tarifa de acceso actual para los demás consumidores entre un 4 y un 13%, según el escenario regulativo actual. «Esto implicaría un incremento medio de la electricidad de entre el 2 y el 6%», apostilla.

El dossier de la firma de consultoría estratégica global explica que los usuarios «con capacidad financiera y superficie disponible para instalar sistemas de autonsumo se beneficiarían del mismo en detrimento de quienes no puedan acometer la inversión necesaria y cuyo coste de la electricidad aumentaría». Asi-mismo, se produciría un «efecto circular» de encarecimiento de electricidad. «El incremento del coste de la electricidad de la red para el resto de consumidores reforzaría –prosigue– el autoconsumo, aumentando el número de autoconsumidores, reduciendo más los ingresos del sistema eléctrico y provocando sucesivas subidas del coste de la electricidad para los demás consumidores».

Esta perturbación del sistema eléctrico es consecuencia de que el 60% de los costes del sistema eléctrico, alrededor de 20.600 millones de euros, son fijos y no están en función de la energía demandada. «Es decir, que instalar una placa fotovoltaica o una minieólica no los evita», indica BCG. Las principales partidas de estos costes fijos son: primas a las renovables, redes, compensación a los sistemas extrapeninsulares, pago del déficit de tarifa o costes de respaldo. En cambio, sólo el 30% de los ingresos «proviene de cargos fijos a los clientes, fundamentalmente a través del término fijo del peaje de acceso. El resto, en torno al 65%, corresponde a ingresos variables, bien a través del coste de la electricidad y respaldo, bien a través del término variable del peaje de acceso».

Finalmente, el documento de The Boston Consulting Group refleja el cambio de estrategia que están siguiendo países que tradicionalmente han apoyado el autoconsumo. Reino Unido ha propuesto reducir las subvenciones al autoconsumo fotovoltaico. Alemania ha introducido un cargo para autoconsumidores con potencia inferior a 10kW a raíz del incremento de la tarifa eléctrica. Portugal, por su parte, ha puesto en marcha un mecanismo de cargos al autoconsumo creciente con la potencia total instalada.