El desafío independentista
Un éxodo de 64.000 millones
En sólo una semana, una decena de firmas con sede en Cataluña han anunciado su salida. Abertis, Freixenet, Codorníu, Catalana Occidente... tienen planes contra la independencia
En sólo una semana, una decena de firmas con sede en Cataluña han anunciado su salida. Abertis, Freixenet, Codorníu, Catalana Occidente... tienen planes contra la independencia.
El éxodo constante de empresas catalanas, diez en la última semana, ha descolocado por completo al tándem Puigdemont-Junqueras. El traslado de algunos grupos empresariales «medianos» desde 2015, como en el caso del 29º grupo hotelero español, Derby Hotels, de Barcelona a Madrid era un coste asumible, en este caso de 72 millones, para la ensoñación independentista.
Sin embargo, en las últimas 48 horas tres trasatlánticos catalanes han decidido poner pies en polvorosa: Caixabank, rumbo a Valencia; Sabadell, a Alicante, y Gas Natural Fenosa, a Madrid. El impacto económico y, sobre todo, sentimental, al tratarse de empresas catalanas «de toda la vida», nacidas en muchos casos en esa región hace más de un siglo, y grandes motores de la vida social y cultural de Cataluña y del resto de España.
El terremoto que ha provocado en la facción secesionista la hégira empresarial que comenzó el pasado martes, con el anuncio de traslado de la biofarmacéutica Oryzon Genomics de Cornell de Llobregat a Madrid, ha ido generando fisuras que han derivado en grietas incontrolables. La brecha abierta por la banca catalana junto con la salida, también a Valencia, de la división española de Banco Mediolanum, ha dejado además a Cataluña huérfana de bancos de un plumazo cuando era la comunidad autónoma con más peso en el sector financiero español hasta la celebración del referéndum del pasado primero de octubre.
Sin embargo, lo peor está por llegar ya que, tras la decisión de la banca y de Gas Natural Fenosa, una de las mayores empresas industriales con sede en Cataluña, los anuncios de planes de contingencia para seguir la estela de estas grandes firmas se han sucedido sin freno. Hasta el momento, según los cálculos realizados, el éxodo suma 64.000 millones de facturación entre las empresas que se han ido y las que han anunciado su salida si la Generalitat prosigue con el sainete.
De hecho, dos de las marca señeras de la región, por ser embajadoras del cava, uno de sus productos catalanes más reconocidos en todo el mundo, se atrevieron ayer a anunciar que se saldrán de Cataluña. El presidente de Freixenet y de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, indicó ayer que propondrá al consejo el cambio de sede social en el caso de declararse la independencia. «Hasta ahora creía que la independencia no se haría, pero empiezo a pensar que me he equivocado y si ésto es así tendremos que actuar como muchos», dijo.
También Codorníu se plantearía mudar fuera de Cataluña su sede en Sant Sadurní d’Anoia. «Si se produjese la declaración de independencia, cambiar nuestra sede es una opción que ya nos hemos planteado», aseguró la compañía, que se expresó en los mismos términos que Catalana de Occidente. Abertis, participada al 22,25% por Criteria Caixa, podría tomar la misma senda que Caixabank.
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