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Santander

Un quebranto de 300 millones

Pablo Fernández/ Profesor de Finanzas del IESE

La Razón
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La quiebra de Lehman en septiembre de 2008 fue el detonante de la actuación de muchos gobiernos –desgraciadamente, no del español– en sus entidades financieras. También marcó el inicio de la actuación de muchos gobiernos en los mercados de deuda: el euribor descendió desde más de un 5% hasta menos del 1% en 10 meses. Obviamente, esto benefició a muchas empresas y particulares endeudados y ha mitigado la crisis española. Los perjudicados por la quiebra en España: las personas y entidades que tenían productos financieros emitidos por Lehman: según la CNMV, la quiebra de Lehman afectó a 459 instituciones de inversión colectiva españolas y tuvo un impacto de 300 millones.

La quiebra de Lehman fue inesperada para el autor de estas líneas, para casi todos los inversores, para las entidades, para los analistas, para las agencias de rating –tenía calificación A el día de la quiebra–... Si alguien hubiese previsto este descenso, podría haber ganado muchísimo dinero tomando posiciones adecuadas –es muy sencillo tomar estas posiciones con forwards, futuros, venta a crédito...– .Si alguien afirma que el descenso era previsible y no es millonario, sencillamente miente y entra dentro del grupo de los «profetas a posteriori» que se caracterizan precisamente por afirmar a posteriori que un hecho era previsible, pero no haber tomado ninguna posición para lucrarse de su «previsión». El valor de las acciones de Lehman era de 9.749 millones el 8 de septiembre de 2008 –mayor que Banco Sabadell, Banesto, Bankinter...–. En mayo de 2008, fue superior al de cualquier empresa española cotizada excepto cinco :Telefónica, Santander, BBVA, Iberdrola y Repsol.