Una reforma fiscal para apuntalar la recuperación

El Gobierno presentó ayer las líneas maestras de su reforma fiscal, que rebajará de media un 12,5% el IRPF a los contribuyentes españoles en un claro «guiño» a los ciudadanos en 2015, año electoral. «Bajada de impuestos para todos», aseguró ayer la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que incidió en que el cambio tributario busca generar «tanto crecimiento como empleo», y que favorecerá «el ahorro y la inversión.

El nuevo modelo fiscal que plantea el Gobierno, y cuya «letra pequeña» se conocerá en profundidad el lunes, beneficiará a 20 millones de contribuyentes, mantendrá la deducción por compra de vivienda y tendrá un impacto positivo en el PIB del 0,55% (unos 5.600 millones de euros), según el Ejecutivo. La merma de ingresos será de cerca de 7.500 millones de euros (de los que 4.800 millones corresponden al IRPF), y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró ayer que no afectará a los objetivos de déficit público en 2015 (4,2% del PIB) y 2016 (2,8%).

El nuevo IRPF contará con cinco tramos, frente a los siete actuales, tal y como adelantó LA RAZÓN, y no perderá «progresividad», según dijo el ministro. Los contribuyentes que ganen menos de 12.000 euros estarán exentos de tributación y los tipos mínimo y máximo caerán desde el 24,75% al 19% y del 52% al 45% (igual que antes de la subida del Gobierno), respectivamente, con diferentes cifras de renta. El Ministerio de Hacienda calcula que los que declaren menos de 24.000 euros anuales se beneficiarán de una rebaja media del 23,47% en 2016 frente a la retención actual, recorte que será del 31,06% si la base imponible es inferior a los 18.000 euros anuales.

El primero de los tramos, hasta los 12.450 euros de renta, tendrá un tipo del 20% en 2015 y del 19% en 2016, frente al 24,75% que se aplica en la actualidad, y que afectaba a hasta 17.707 euros. En términos relativos, la reducción será del 23,2% para la parte más baja del salario.

En el caso del tramo máximo, a partir de 60.000 euros, la retención será del 47% en 2015 y del 45% en 2016. Hasta la fecha, el Ministerio de Hacienda aplicaba un tipo de entre el 40% y el 52% a partir de 53.407 euros (ver gráfico adjunto), con cinco tramos distintos, mientras que con la reforma desaparecen los cuatro últimos y todo ingreso declarado en IRPF que supere los 60.000 euros tributará a un 45%. Lo anterior se refiere al tramo estatal, ya que el autonómico máximo podrá ser de hasta cuatro puntos adicionales. Por lo tanto, comunidades como Cataluña sólo podrán gravar con un 49%, como máximo y a partir de 2016, las rentas salariales que superen los 60.000 euros.

El Gobierno también facilitó ayer una tabla con los tipos medios que se aplican, en total, los rendimientos brutos del trabajo, sin deducciones, que es la que realmente es orientativa para saber cuánto pagará el contribuyente. Así, alguien que declare una renta de 30.000 euros anuales sufrirá una retención del 17,58%, un 9% inferior a la que sufría hasta ahora. En el caso de que sean 15.000 euros, el tipo medio será del 8,16%, un 22,8% inferior. Para los que ganen 150.000 euros, la rebaja será de 6,8%, con una retención del 37,49% sobre el total. Los que más notarán la rebaja serán las rentas medias y bajas, las más numerosas, y el 72% de los declarantes (menos de 24.000 euros), tendrán una bajada del 23,5%.

«Cheques» para familias

La reforma fiscal del Gobierno también prevé que reciban 1.200 euros anuales acumulables para las familias con hijos o ascendientes dependientes con una discapacidad superior al 33%; las familias numerosas con tres o más hijos, o con dos y uno de ellos con discapacidad de más del 33%; así como familias numerosas de categoría especial (cinco o más hijos; cuatro hijos, de los que al menos tres sean por parto o adopción múltiple, entre ellas). La norma mantiene la ayuda para madres trabajadoras.

El nuevo IRPF también eleva los mínimos familiares una media del 32%. Por el primer hijo se incrementa un 30,7%; para el segundo hijo, un 32,3%, para el tercer hijo, un 8,9% y para el cuarto, un 7,6%. El mínimo por hijo menor crece un 24,7%, y el cuidado de ascendientes menores de 65 años aumenta un 25,2%. Para mayores de 75 años, aumenta un 25%. Por último, por el cuidado de dependientes con una discapacidad de entre al 33% y más de 65%, crecerá más del 28,3%.