El Euroblog

Croacia vota sin entusiasmo su adhesión a la UE

Croacia vota sin entusiasmo su adhesión a la UE
Croacia vota sin entusiasmo su adhesión a la UElarazon

¿Entrar o no en la UE? Ésta es la pregunta a la que tienen que responder hoy los croatas en las urnas. Aunque sin entusiasmo, una mayoría de la población (55%), según los sondeos, votará a favor de que la pequeña ex república ex yugoslava se convierta el 1 de julio de 2013 en el 28º Estados miembro del "club"comunitario.

Tras dos años en recesión y una renta per cápita que sólo representa el 61% de la media europea, Croacia aspira a encontrar en Europa la seguridad que necesita tras más de veinte años de independencia, pero también es consciente de que el momento no es demasiado propicio. "La situación no es buena, pero Croacia no ha tenido una opción mejor que [adherirse a la UE] ahora", reconoce el primer ministro, Zoran Milanovic.

Esta consulta supone el primer test electoral para el Gobierno socialdemócrata tras su victoria electoral de diciembre. De ahí que la ministra de Exteriores, Vesna Pusic, compare la cita con un "asunto de vida y muerte". "El rechazo tendría claras consecuencias negativas: una caída en la calificación de nuestros créditos, la retirada de inversiones, pérdida de trabajos", advierte.

Lo cierto es que el temor es infundado. Aunque ha aumentado el euroescepticismo desde que comenzaron las negociaciones de adhesión en 2005, la mayoría de la población apuesta por la integración europea. Incluso la poderosa Iglesia católica y los ex combatientes de la guerra civil (1991-1995) han pedido abiertamente el voto por el "sí".

Los detractores del ingreso en la Unión, en cambio, alertan del temor a que suban los precios y a perder prematuramente una parte importante de la recién alcanzada soberanía nacional. En opinión de Ruza Tomasic, uno de los euroescépticos más destacados, Croacia debería unirse después: "No estamos preparados, las exportaciones son pobres, la economía es un desastre, no tenemos información sobre lo que se nos podría dar".

Menos conciliador se muestra Darko, un profesor de literatura, que cree que "es mejor tener un político totalmente corrupto como fue [el procesado ex primer ministro] Sanader, pero elegido por nosotros, que estar en la situación de que la UE nos imponga al primer ministro, como ha sido en caso de Italia y Grecia".

Ante Babic, analista del Centro para el Desarrollo Internacional, explica que este distanciamiento es fruto de una conjunción de factores. "Gran parte del rechazo viene del desconocimiento, la falta de información, nuestra xenofobia y de errores de que estaremos expuestos directamente a la crisis financiera, aunque Croacia no adopte el euro en los próximos diez años".

Sea como fuere, Zagreb confía en seguir los pasos de su vecina Eslovenia, que ingresó en la UE en 2004, y desarrollar su economía gracias a las ayudas europeas, estimadas en 450 millones de euros, el 1% de su PIB.