Reforma de las pensiones

El Gobierno flexibilizarála reforma de las pensiones por la mejora económica

La Razón
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La ministra de Empleo, Fátima Báñez, se reúne hoy con patronal y sindicatos para lograr el mayor consenso posible para los cambios que plantea del sistema de las pensiones. Báñez llevará bajo el brazo el informe que sus técnicos han ultimado en las dos últimas semanas tomando como referencia el que presentaron en junio doce expertos en la materia. Estos «sabios» proponían la aplicación inmediata, el año próximo, del conocido como factor de sostenibilidad, que determina las pensiones mediante dos fórmulas. Su cuantía, en función de la esperanza de vida, que debe determinar el Factor de Equidad Intergeneracional (FEI); y su revalorización, por los ingresos y gastos de la Seguridad Social, calculada a través del Factor de Revalorización Anual (FRA), que vendría a desvincular la subida de las prestaciones del IPC, como se viene haciendo hasta ahora.

De acuerdo con este planteamiento, los futuros jubilados podrían cobrar de inicio una pensión más baja que quienes se retiraron antes en las mismas condiciones, pero no verían recortada la prestación durante los años que la perciban. Sin embargo, las buenas perspectivas económicas han llevado al Gobierno a suavizar los postulados de los expertos y flexibilizar la aplicación del factor de sostenibilidad, por lo que no tendría que empezar a aplicarse necesariamente desde 2014. De hecho, según ha sabido este periódico, el Ejecutivo baraja incluso retrasar su entrada en vigor a 2019, el último de los años que recomendaban los expertos en su informe.

El debate sobre la necesidad de reformar el sistema de pensiones arrancó en un momento muy delicado para la economía española. Sin embargo, la mejora de la situación –se espera un crecimiento del PIB para el último trimestre– es lo que da margen al Gobierno.

El retraso en la aplicación no sólo preservaría el poder adquisitivo de algunos pensionistas sino que le ahorraría al Gobierno una más que previsible confrontación tanto con el PSOE como con los sindicatos. Para el principal partido de la oposición, el sistema de pensiones actual, tras la reforma que pactó en 2011 José Luis Rodríguez Zapatero con los sindicatos para retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, es sostenible. El problema, dicen, no es su diseño, sino la situación económica, que no genera los recursos para nutrir las arcas de la Seguridad Social. Lo mismo dicen los sindicatos, que rechazaron de plano el informe de los expertos y pidieron medidas coyunturales y no estructurales, para solventar los problemas derivados de la destrucción de empleo y la caída de cotizantes. Su representante en el comité de sabios, Miguel Ángel García Díez, respaldó sin embargo la propuesta.

El comité de «sabios», sin embargo, no cree que el futuro de las pensiones esté garantizado con medidas coyunturales. Según argumentaba en su informe, el auge de la esperanza de vida tras alcanzar los 65 años de vida y la llegada de la conocida como generación «baby boom» a la edad de retiro en la próxima década secarán el Fondo de Reserva, la conocida como «hucha de las pensiones», en 2019.