Cine
El milagro de recuperar la fe
Cuando Bruce Morris se incorporó a la producción de «El gran milagro» tenía la idea clara en su mente: rodar una película que resaltara los valores de la fe cristiana y la importancia de la Eucaristía. Nada mejor, pensó, que hacerlo a través de una cinta de animación que utiliza la tecnología 3D y que pudiera verse en familia. Es la primera rodada por una empresa mexicana, además de ser también la única producción hasta el momento que se ha estrenado al mismo tiempo en aquel país y en Estados Unidos. La cinta presenta la vida de una serie de personajes, «inmersos en la vorágine de un mundo que apenas nos deja tiempo para la reflexión», declara el director, como Mónica, una mujer que no consigue superar la muerte de su esposo y no sabe dar el valor que merece a su hijo, o Chema, enfadado con la humanidad, atado a lo material y que vive alejado de la fe, y doña Cata, una anciana, en el ocaso de sus días que se prepara para recibir a Dios.
El largometraje narra la historia de personajes cotidianos, con historias reales «que podemos encontrar en cualquier parte del mundo, esto hace que el espectador se identifique fácilmente con ellos. El hombre moderno es incapaz de ver más allá de lo inmediato; sin embargo, las circunstancias que atravesarán estos personajes les harán cambiar su concepción de la vida», asegura Morris, quien insiste en que «en ''El gran milagro'' se trata de plasmar la reconciliación del hombre con nuestro Señor». La cinta se estrenará en cincuenta salas.
Una orquesta muy potente
La banda sonora está firmada por Mark McKenzie y es una de las piezas clave del proyecto. El compositor insistió en la importancia de contar con una gran orquesta de 80 miembros, y un coro de más de una treintena de voces. Así, el primer tema que introduce la película, «Entering the catedral», en palabras de McKenzie «toca las almas y los corazones».
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