Europa

Nueva York

El triángulo holandés de Etura

«Invierno en el barrio rojo», el debut de la actriz como directora, vuelve a Madrid

De izda. a dcha., De Santiago, Botto y Garrido, en la obra
De izda. a dcha., De Santiago, Botto y Garrido, en la obralarazon

Allí, expuesta como un regalo, Christina espera. En el barrio rojo de Amsterdam, la carne humana es mercancía legal a la vista en escaparates vivientes. Un lugar en el que Daniel descubre la guinda perfecta para el viaje por Europa con el que espera sacar a su amigo Matt de un bache emocional. Con «Invierno en el barrio rojo», un texto del autor norteamericano Adam Rapp, la actriz Marta Etura dio en 2012 el salto a la dirección de escena en la Sala Mirador. El montaje regresa ahora a Madrid, esta vez a la sala pequeña del Teatro Español, y con rostros nuevos: sigue en escena Gonzalo de Santiago, que es también productor de esta aventura, pero se suman a la producción Alejandro Botto y Aura Garrido.

El éxito y la coherencia

«Ha sido un trabajo muy interesante y enriquecedor, pero no me siento directora –explica Etura–. Dejo la puerta abierta para otra ocasión, aunque me reconozco y me siento actriz. Ha habido muchos momentos en que me he tenido que atar a la silla para no salir al escenario a actuar, porque habría hecho los tres personajes. Pero me parecía interesante tener la mirada del director, externa, ver las dificultades y el trabajo del actor», asegura Etura. Y añade sobre este salto profesional: «Me parece interesante que los actores podamos controlar nuestro propio trabajo y no depender de una llamada».

Cuenta Etura sobre la historia de Rapp que habla de que «se genera un triángulo "amoroso", y lo digo entre comillas porque no tiene nada de amoroso. A raíz de este encuentro descubriremos las verdaderas naturalezas de los protagonistas». Aunque matiza que «en este esquema aparentemente sencillo de tres personajes y dos lugares –la obra se desarrolla en Ámsterdam y en Nueva York– se esconden muchas lecturas muy interesantes sobre la conducta del ser humano».

Daniel (Botto) y Matt (De Santiago) simbolizan, respectivamente, la búsqueda del éxito a través del reconocimiento social y el dinero, y el respeto a unos ideales, encarnados en un editor adinerado y un escritor al que no le va bien; dos tipos que, aunque opuestos, son amigos desde que eran estudiantes de Literatura. A través de su relación con Christina, cantante, prostituta ocasional y bailarina, una «auténtica buscavidas» como la definen los actores, iremos viendo «una crónica del amor no correspondido, de la soledad, de las muestras de cariño a veces mínimas a las que uno se aferra porque está muy solo, y de lo que se está dispuesto a entregar. Y también de las relaciones de amistad masculinas, en las que el humor puede ser divertido o hiriente», explica De Santiago.

Hay además en el texto una lectura antropológica sobre «cómo el ser humano es un animal que necesita vivir en sociedad», cuenta Etura. También, añade Garrido, «la obra hace una crítica social. Los dos personajes viven en Nueva York, inmersos en la sociedad capitalista más feroz. Son los extremos que se pueden encontrar». Algo aplicable a España: «Aquí no vivimos en ese capitalismo feroz... pero casi», conviene la directora. Aunque aclara Garrido: «No es una obra moralista ni pretende dar una lección». Sencillamente, resume Etura, «los tres son víctimas de la sociedad».

Cuándo: hasta el 17 de marzo, de martes a domingo. Dónde: Teatro Español (Sala Pequeña). Madrid.

Cuánto: 18 euros. Tel. 91 360 14 80.