Rajoy llama a un último esfuerzo para «salir del túnel y ver la luz»

Tras dos intensas semanas de campaña a las elecciones catalanas del 27-S, el núcleo duro del Partido Popular cerró filas entorno a su candidato, Xavier Garcia Albiol, ayer en el último acto antes de los comicios.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy invitó para la ocasión al ex dirigente francés Nicolas Sarkozy, con el objetivo de mostrar los avales con los que cuenta su mensaje. Que «Europa necesita una España fuerte y unida», fue repetido también por el secretario de Le Republicans. Como «amigo del país», dijo querer apoyar al territorio hermano «en los momentos díficiles»: «Las elecciones del domingo son un problema también de Francia y de toda la Unión Europea», advirtió a la lista independentista de Mas, a quienes calificó de «cobardes» por querer «dividir».

La intervención de Rajoy, fue precedida por los elogios de su invitado: «Un hombre patriota, sereno, de palabra y respetado en toda la Unión Europea», fue como le calificó. La buena relación entre ambos mandatarios es evidente. Por eso el discurso de Sarkozy fue corto, para dejar todo el protagonismo al presidente de España, pero éste quiso que fuera al revés.

Mariano Rajoy se dedicó a dar las gracias tanto a militantes como a sus compañeros de partido, por defender unas siglas en momentos difíciles . Y también a pedir el voto masivo «para acabar car con una etapa de tensión, división e inestabilidad, para salir del túnel y ver la luz» . También pidió la confianza de los catalanistas moderados, a los que advirtió que si votan a Mas «votarán también a comunistas y gente de ERC».

El Gobierno medió ayer en el cierre de la campaña con dos mensajes. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, subrayó que pase lo que pase, la ley se seguirá cumpliendo. Y añadió la advertencia de que recurrirán ante el Tribunal Constitucional todos los actos que se salten el vigente ordenamiento jurídico. Pero también resaltó que el Gobierno de Rajoy seguirá trabajando por Cataluña y respetando el funcionamiento de la cooperación institucional, con independencia de quién se siente en la Generalitat. Así lo han hecho en el pasado y así van a «seguir haciéndolo». Dentro del marco legal, y en cuestiones que afecten al interés general del ciudadano, en servicios sociales, educación, sanidad, empleo y todo lo que repercuta en la recuperación económica. Es el momento de que «hablen los catalanes», sostienen en Moncloa.

La vicepresidenta también incidió en que la independencia de Cataluña no es posible y no se va a producir, al tiempo que valoró positivamente el gesto del concejal del PP catalán Alberto Fernández de colgar la bandera española del balcón del Ayuntamiento de Barcelona, después de que el líder de ERC, Alfred Bosch, hiciera lo mismo con la estelada. A la vicepresidenta también le preguntaron por las palabras del ministro del Interior en las que valoró el incidente de las banderas en el Ayuntamiento de Barcelona haciendo hincapié en que para él tiene «connotaciones muy negativas» porque recuerda a la guerra de banderas que se vivía en el País Vasco, «cuando ETA estaba plenamente operativa, sembrando regueros de sangre y terror por todas partes».