Cataluña

Una veintena de intelectuales pone énfasis en la responsabilidad civil de los catalanes

Fotografía de familia de los asistentes al acto en el que se leerá el manifiesto "Por la responsabilidad civil", un llamamiento a la responsabilidad civil de los votantes catalanes el 26 de septiembre, esta tarde en el Ateneo de Madrid
Fotografía de familia de los asistentes al acto en el que se leerá el manifiesto "Por la responsabilidad civil", un llamamiento a la responsabilidad civil de los votantes catalanes el 26 de septiembre, esta tarde en el Ateneo de Madridlarazon

A cinco días para que tenga lugar la celebración de los comicios catalanes, esta tarde se han dado cita en Madrid una veintena de personalidades e intelectuales de todas las ideologías para pedir de manera concisa la unidad del Estado ante la deriva secesionista emprendida por Artur Mas remarcar la responsabilidad que tienen los catalanes con su voto este domingo. Importantes personas del mundo de la política y las letras como Mario Vargas Llosa, Arcadi Espada, Joaquín Leguina, Félix de Azúa, Albert Boadella, Nicolás Redondo Terreros, Fernando Savater, todos ellos impulsores de la plataforma Libres e Iguales, han suscrito un manifiesto, que lejos de buscar culpables a la actual situación en Cataluña, pone énfasis en la responsabilidad que tiene la ciudadanía.

Según reza el escrito, en caso de que la independencia llegue a último término, los ciudadanos catalanes no podrán excusarse en la ignorancia o la manipulación al ver las consecuencias que la secesión tendría. Si esto ocurre, «los catalanes pasarían de ser ciudadanos a ser súbditos», aseguran los firmantes en el manifiesto. «El yo no sabía es la peor versión de la irresponsabilidad», apuntan.

Antes de hacer público el manifiesto, los firmantes han subido uno por uno al escenario de un Ateneo de Madrid lleno hasta la bandera. El primero en hacerlo ha sido el Nobel de Literatura Vargas Llosa, que ha asegurado que el nacionalismo es uno de los grandes males de las sociedades presentes y ha advertido de que la secesión sería una «verdadera catástrofe» para Cataluña, que, a su juicio, se convertiría en «un pequeño país marginado y gobernado por autoridades fanáticas».

El ex secretario general de CCOO José María Fidalgo ha hecho un llamamiento para que se aplique la ley «sin ambages» ante el desafío soberanista, mientras que el escritor Félix de Azúa ha lamentado el retraso con el que el Gobierno y los empresarios están reaccionando ante el envite soberanista. Otros, como Joaquín Leguina, han puesto hincapié en la importancia que tiene ceñirse al marco jurídico y respetar la Constitución. «Lo que distingue la democracia de la barbarie es el imperio de la ley», ha señalado el ex presidente de la Comunidad de Madrid ante cientos de aplausos. Muy celebrado ha sido también el discurso del histórico sindicalista Nicolás Redondo cuando ha aseverado que en el 27-S «no está en juego la identidad catalana, sino la libertad para que cada catalán decida cómo quiere ser».

También ha habido quien ha rechazado terceras vías como solución al conflicto catalán. «Queremos que se blinde la ley y la Constitución; no tienen cabida propuestas de diálogo», ha afirmado el socialista Francisco Vázquez, desestimando así la salida federalista en la que incide Pedro Sánchez desde hace meses.

La intervención más original ha venido de la mano del actor Albert Boadella, que, enfundado en un traje de general, ha repasado las principales carencias del proceso soberanista. «Llevo buscando mucho tiempo qué me diferencia del resto de españoles pero no lo encuentro», ha asegurado el actual director de los Teatros del Canal.

Han completado las intervenciones figuras como Mercedes Fuertes, Andrés González, Santiago González, Carmen Iglesias, Federico Jiménez Losantos, Carlos Herrera, Teodoro León Gross, Francisco Sosa Wagner, Gabriel Tortella, Santiago Trancón y Andrés Trapiello. Además de los veinte promotores del manifiesto, entre el público también se podían encontrar políticos de primera línea como los vicesecretarios populares Pablo Casado y Andrea Levy, la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraz, o el secretario de Estado de Exteriores, Jesús Gracia