Andalucía
El PP conservaría el liderazgo pese a los emergentes
PP: Mantiene su hegemonía en al menos 35 circunscripciones
El PP volvería a ser el partido más votado a escala nacional el 20-D. A pesar del desgaste que ha sufrido la formación de Génova durante esta legislatura, en el mapa político todavía predominaría el color azul. Al menos en 35 circunscripciones electorales el PP lograría ser la fuerza política con más sufragios y en otras 7 empataría en escaños con otros partidos. En todas ellas, los populares mantienen su liderazgo, si bien han perdido escaños en la práctica totalidad de ellas, dando así cabida a Ciudadanos y Podemos. El PP se sostiene en sus plazas históricas. Murcia se sitúa de nuevo como la comunidad que más respalda al actual partido de Gobierno. El porcentaje de voto también sigue siendo muy elevado –cercano al 40%– tanto en Castilla-La Mancha como en Castilla y León, así como en Galicia o Cantabria. En la Comunidad Valenciana, bastión del partido durante décadas, el PP también se mantiene como primera fuerza a pesar de que pierde siete escaños. Es en Cataluña y País Vasco, las dos regiones con anhelos independentistas más definidos, donde Mariano Rajoy obtendría sus peores resultados. En estas dos comunidades autónomas sólo conseguiría siete parlamentarios: dos en País Vasco, uno menos que en 2011, y cinco en la región catalana, donde pierde más de la mitad de sus apoyos con respecto a las generales celebradas cuatro años atrás, cuando consiguió 11.
PSOE: Andalucía, la única región en la que el PSOE resiste
Pedro Sánchez quedaría muy tocado tras las elecciones del próximo domingo. La meta de mantener los cien diputados parece ya lejana. Todos los ojos apuntan a Madrid, donde los buenos datos de Podemos relegarían a los de Ferraz a una tercera posición, produciéndose el tan temido «sorpasso» por la izquierda. Esto afectaría directamente a la figura de Sánchez, ya que el candidato a presidir La Moncloa concurre por esta circunscripción. El partido también cosecharía malos resultados en Cataluña, donde pasaría de 14 a únicamente ocho diputados, y en la Comunidad Valenciana, plaza en la que habría perdido la mitad de sus escaños en tan sólo dos legislaturas. No obstante, Andalucía se erigiría una vez más como región clave para el socialismo. Prácticamente uno de cada cuatro diputados que metería Sánchez en el Congreso sería andaluz. Así, la formación igualaría los resultados de 2011 en esta región, cuando obtuvo 25 escaños, uno más que los que lograría ahora. Además, el PSOE sería el partido más votado en seis circunscripciones: mantendría Sevilla y relevaría al PP en Badajoz, Granada, Huelva, Jaén y Lérida. También mantendría el tipo en Extremadura, Murcia, Canarias, La Rioja, Galicia y Aragón, donde a pesar de perder votos cosecharía una cantidad de diputados similar a 2011 gracias al procedimiento de conversión de escaños de la Ley D’Hont.
C's: Entra en 35 provincias, pero no en País Vasco ni Navarra
Las elecciones andaluzas y catalanas del presente año no fueron un espejismo para Ciudadanos. A pesar de la rapidez de su expansión a nivel nacional, la formación lograría en todo el territorio una presencia muy uniforme. Ciudadanos lograría representación en nada menos que 35 circunscripciones. Su porcentaje de voto se mueve entre el 15 y el 20 por ciento. Prácticamente la mitad de los escaños que obtendría el partido liderado por Albert Rivera serían aportados por tres comunidades: Andalucía, Cataluña y Madrid. Su particular bastión sería la comunidad catalana, donde lograría ser la primera fuerza, hecho que vendría a confirmar los buenos resultados logrados por la formación en esa comunidad en los comicios del 27-S. El mensaje naranja también ha calado con fuerza en las comunidades insulares, Cantabria o Murcia, donde incluso llega a rebasar al PSOE y se situaría como segundo partido. Por contra, la formación flojea en dos de las comunidades históricas donde tradicionalmente el PP ha conseguido sus peores resultados: Navarra y País Vasco. En ambas regiones la formación naranja no obtiene tan siquiera representación y, en el caso de País Vasco, no amasaría apenas 35.000 sufragios. En nueve comunidades quedaría en tercera posición y tendría complicaciones en plazas como Asturias y Galicia, en las que quedaría relegada a una cuarta posición.
Podemos: Cataluña y las mareas serían la llave para el «sorpasso»
Podemos entraría en la Cámara baja con aproximadamente medio centenar de escaños. Al igual que Ciudadanos, el partido conseguiría sus mejores resultados en las grandes capitales. Los de Pablo Iglesias encuentran sus mayores apoyos en Madrid, la Comunidad Valenciana y Cataluña, tres regiones en las que las candidaturas municipales de izquierda triunfaron en las autonómicas del pasado mayo. Desde Cataluña le llegarían hasta nueve diputados a través de En Comú Podem –donde, además de Podemos, se integran la candidatura de Ada Colau, ICV, EUiA y Equo–, seis de los cuales provienen directamente de Barcelona. Su mensaje también tiene gran tirón en Andalucía, donde obtendría escaños por todas las provincias a excepción de Jaén –la única provincia andaluza en la que seguiría presente el bipartidismo de PP y PSOE–. Sumando todos sus apoyos a nivel nacional, la formación morada conseguiría representación en 29 circunscripciones y peleará por el escaño en Álava y Cantabria. Tampoco encontraría suficiente apoyo como para sacar un diputado en las circunscripciones electorales de Extremadura, La Rioja, Orense, Huesca, Teruel, cinco de las provincias castellanoleonesas –Burgos, Palencia, Segovia, Ávila, Salamanca, Soria y Zamora– y tres de Castilla-La Mancha –Albacete, Cuenca y Guadalajara–.
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