Elecciones generales
El PP gana por ocho puntos y podría gobernar con C’S, que fagocita al PSOE
La encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sitúa al PP como el partido ganador de las próximas elecciones generales, con una horquilla de entre 120 y 128 escaños. No obstante, los populares no alcanzarían la cifra barrera que se han fijado en Génova, los 130 escaños. El otro referente del bipartidismo, el PSOE, sigue sin encontrar su posición en un tablero político en el que los temas que han marcado la agenda de la precampaña, Cataluña y la amenaza yihadista, no le han facilitado tomar una posición desde la que recuperar la iniciativa. Y bajo la carga, además, de la dificultad de convertirse en referente del voto del cambio frente a los partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos.
EL CIS publicó el 5 de noviembre su habitual barómetro trimestral con intención de voto, realizado en la primera quincena de octubre. El PP conseguía la victoria con el 29,1 por ciento del voto. La segunda posición era para el PSOE, con el 25,3 por ciento. Y le seguían Ciudadanos, con un 14,7 por ciento; y Podemos, con un 10,8 por ciento.
En esta encuesta del CIS, realizada entre el 27 de octubre y el 16 de noviembre, y con más de 17.000 encuestas, el PSOE mantiene la segunda posición, pero pierde otros cuatro puntos con respecto al sondeo de hace un mes. De los 110 escaños que tenía hasta ahora, las estimaciones le dan entre 77 y 89. El partido de Pedro Sánchez conseguiría un 20,8 por ciento de los votos frente a Ciudadanos, que cada día le pisa más de cerca los talones. De hecho, el partido de Albert Rivera mantiene su tendencia ascendente, alcanzando una estimación de voto del 19 por ciento frente al citado 20,8 por ciento del PSOE. Rivera, el político mejor valorado, está a menos de dos puntos de los socialistas, confirmándose en este barómetro que los de Sánchez siguen perdiendo fuelle a favor de la marca de Ciudadanos. En concreto, estos últimos mejoran en 4,3 puntos su posición con respecto al anterior sondeo. Y obtendrían entre 63 y 66 escaños. Este escenario les confirma como partido bisagra y árbitro de la futura legislatura. Con el PP podrían alcanzar la mayoría absoluta, los 176 escaños.
En paralelo, la caída de los socialistas les aleja cada vez más de posibles acuerdos para formar un Gobierno alternativo a la lista más votada. Con la izquierda, Podemos y otros partidos afines no sumarían esa mayoría absoluta.
Pero esta radiografía electoral también sentencia que la victoria del PP no le garantiza el gobierno, aunque sí podría tener la estabilidad necesaria si consigue el apoyo de Ciudadanos, sea o no con un acuerdo tradicional de investidura. Rivera ha fijado posición antes de las elecciones con la advertencia de que no apoyará un Gobierno de Rajoy ni tampoco de Pedro Sánchez, e insinuando que no cierra la puerta a ser el próximo jefe del Ejecutivo si como segunda fuerza consiguiera los apoyos para optar a esa responsabilidad. Con los datos del CIS, para que Sánchez o Rivera tuvieran en su mano la mayoría absoluta necesitarían optar por la fórmula del tripartito, y apoyarse también en Podemos.
El otro partido emergente, Podemos, con la suma de sus marcas en Cataluña, Valencia y Galicia, se quedaría en el 15,7 por ciento de los votos y 49 escaños repartidos en varios grupos parlamentarios. Por cierto, de confirmarse estos datos no entrarían como diputados alguno de sus fichajes estrella como el ex Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) Julio Rodríguez.
La lista en solitario de Podemos, que encabeza por Madrid Pablo Iglesias, tendría el 9,1 por ciento de los votos y entre 23 y 25 escaños, es decir, que se quedaría como cuarto grupo parlamentario del Congreso.
Esta foto electoral con la que arranca la campaña deja al PP por encima del PSOE en ocho puntos. Y a Sánchez y a Rivera prácticamente empatados. Un escenario político abierto, pero que anticipa, sin duda, un cambio radical con respecto al de la presente legislatura.
El reparto del segundo puesto, y su diferencia con respecto al primero, será decisivo en la conformación del nuevo Ejecutivo, pero también en el futuro del liderazgo socialista. Asimismo, si el PP no consigue mantener el poder irá a un Congreso Nacional en los primeros meses de 2016, en el que los populares pondrán en marcha una profunda renovación de su estructura orgánica, que también afectará, por supuesto, a su máximo líder, a Mariano Rajoy. Estos datos del CIS hay que tomarlos con cautela porque en la puerta de las elecciones hay hasta un 41 por ciento de españoles que se sitúan en la franja de los indecisos. Y porque, además, la previsión de los expertos es que el 20-D se produzca una participación histórica. Según los datos del barómetro, el clima de opinión que marca este inicio de la campaña viene condicionado por el suspenso mayoritario a la labor del Gobierno, pero también a la labor de la oposición.
No obstante, la mayoría considera que el PP es el partido más capacitado para gestionar la economía, el desempleo, la seguridad ciudadana o la política exterior.
Mientras que el PSOE es el partido preferido para la gestión de políticas más sociales como la sanidad, la educación, la vivienda o la igualdad.
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