El error del referéndum andaluz que le agrió el debate

Íñigo Errejón comentó en los prolegómenos del debate que el formato a cuatro bandas beneficiaba a Iglesias, sin embargo las cámaras de Atresmedia captaron ayer la imagen de un candidato algo apagado al que le costó coger temperatura y muy alejado de la contundencia y brillantez que le permitieron poner a Podemos en el mapa político español en 2014. Iglesias cometió además varios errores de dicción y se lió estrepitosamente al pronunciar el nombre de la consultora PriceWaterhouseCoopers en uno de sus ataque a Sánchez. Pero quizá la metedura de pata más sonada fue cuando se refirió a la manifestación a favor de la autonomía del 4 de diciembre de 1977 en Andalucía –que se produjeron a favor del autonomismo en esta región de España– en el contexto del derecho a decidir en Cataluña.

De los cuatro partidos que participaron en el debate de ayer, Podemos era a priori el que más podía rentabilizar cada minuto de audiencia, no sólo por ser un partido emergente y con menos musculatura financiera para organizar una campaña electoral multitudinaria sino, sobre todo, por ser la formación política con menos intención de voto de las que tomaron ayer la palabra en Atresmedia. La cita de ayer también era idónea para corregir la percepción del electorado que se pronunciará el 20 de diciembre sobre dos puntos en concreto: la orientación ideológica de Podemos (sólo Amauir está a la izquierda del partido según el CIS) y la débil imagen de experiencia y solvencia de transmite el hipotético equipo de Gobierno con el que contará Iglesias de ganar las elecciones. Iglesias tenía a su favor su impresionante experiencia en el medio televisivo. En contra su tendencia a la arrogancia (reconocida por el mismo). Pero su estrella brilló a media gas ayer en Madrid.

Desde el primer momento quedó claro quien iba a ser el blanco de los dardos de Iglesias. El candidato de Podemos recordó a Sánchez la reforma laboral de Zapatero en 2010 y culpó a este partido de ser responsable de epidemia de paro que asola el país. «Me gustaría que hubiera un partido socialista distinto pero tu, aunque lo has intentado, no lo has conseguido. Tengo la sensación de que mandas poco en tu partido», le espetó a Sánchez.

El candidato de Podemos también dedicó parte de su artillería ha potenciar la percepción de solvencia de su proyecto: «Nosotros tenemos un programa para aplicar inmediatamente después de las elecciones», dijo el candidato morado poco antes de recordar que «tendremos como ministro de defensa a uno de los militares más prestiguoso del país». Iglesias también dejó claro que Podemos es «el único programa que ha presentado memoria económica». El tono empleado por Iglesias durante el debate estuvo muy lejos de la agresividad de la que suele hacer gala en tertulias y mítines. El candidato de Podemos puso el acento en la suavidad ayer pero no por ello eludió el cuerpo a cuerpo, principalmente con Sanchez, pero tammbien con la vicepresidenta del Gobierno: «Yo se que es usted una persona inteligente así que no tome a los españoles por tontos», dijo.

La propuesta

Iglesias hizo referencia a una de las propuestas estrella de su programa: la renta básica mínima, que ha sido caballo de batalla de este partido desde las europeas en mayo de 2014. En el capítulo fiscal el candidato de Podemos afirmó que el partido que lidera es el «único partido que ha propuesto que los bancos que han sido ayudados por el Estado tienen que abrocharse el cinturón»