Elecciones generales
La formación naranja no exprime las expectativas
El líder de Ciudadanos asegura que «España ha cambiado y ya no es azul ni roja», y promete diálogo con el resto de las fuerzas políticas desde un «centro político» para unir a todos los españoles: «Hoy empieza todo»
El líder de Ciudadanos asegura que «España ha cambiado y ya no es azul ni roja», y promete diálogo con el resto de las fuerzas políticas desde un «centro político» para unir a todos los españoles: «Hoy empieza todo»
La caída de Ciudadanos en los resultados de ayer –partiendo del pronóstico de los sondeos– ha sido determinante: el partido de Albert Rivera sólo consiguió aunar ayer 40 escaños, con 3.436.093 votos. Esta situación deja al partido de Rivera sin posibilidad de decidir en el Congreso, a pesar de que en el partido están muy satisfechos por tener, a partir de ahora, representación parlamentaria.
Las expectativas creadas en torno al partido influyen en que la cuarta posición del partido se considere una debacle que ha variado completamente el escenario político. Porque a pesar de que desde la formación naranja insisten en que no apoyarán ni al PP ni al PSOE en una segunda vuelta, se había barajado la posibilidad de que finalmente sellara un acuerdo con el PP y que juntos consiguieran la mayoría absoluta y frenaran un posible bloque de la izquierda, encabezada por PSOE y Podemos. Pero esto no ha sido así: PP y C’s suman 163 escaños.
El viernes pasado, último día de campaña electoral, fue cuando el líder de Ciudadanos creó la incertidumbre y propició la tendida de mano del PP al anunciar que se abstendría si tanto el partido de Rajoy o el PSOE se erigieran como la lista más votada, siempre y cuando ninguno pactara con Pablo Iglesias –a raíz de su promesa de celebrar un referéndum en Cataluña en caso de llegar a la Moncloa–. Los escaños sumados entre PP y Ciudadanos superan por dos los que reúnen PSOE, Podemos e Izquierda Unida, frente político que Ciudadanos no apoyará en una segunda vuelta.
«España ha cambiado y ya no es azul ni roja», dijo Rivera. «Desde este nuevo centro político podemos dialogar con los demás, porque para nosotros no son nuestros enemigos», aseguró. «A nosotros no se nos caen los anillos por hablar con quienes son diferentes». El líder de Ciudadanos aseguró que es más lo que nos une que los que nos separa, y prometió «trabajar para esa generación nacida en democracia». De cara al futuro, el político catalán recalcó que «nuestros hijos tendrán un nuevo centro político que unirá a todos los españoles». Y concluyó: «Hoy empieza todo».
La evolución de la intención de voto para la formación naranja ha sido como una montaña rusa, sobre todo en los últimos días de la recta final. La última encuesta de NC Report para LA RAZÓN arrojaba una estimación de voto que alcanzaría los 52/56 escaños para la formación naranja, en la línea de octubre, cuando en junio de este mismo año era de 25/27. Una horquilla muy amplia, ya que el ascenso en la intención de voto ha sido meteórico; hace un año apenas llegaba a una decena de concejales y otro tanto de diputados catalanes, y en la actualidad casi 100 diputados se reparten a lo largo de todo el territorio español. Este ascenso se consolidó en la primera semana de campaña, en la que los sondeos demoscópicos situaban al partido de Albert Rivera como tercera fuerza política muy pegada a la segunda, algunas incluso en esta posición por detrás del Partido Popular como lista más votada. Los buenos datos de los sondeos motivaron a Rivera a encararse como el artífice de una segunda transición política al igual que la que lideró Adolfo Suárez, y poner fin a lo que él considera la «vieja política» que representa el bipartidismo PP y el PSOE.
Hasta que en la última semana de campaña electoral del partido el número comenzó a descender. La estrategia política se ha considerado floja desde diferentes sectores, basada en parte en falta de equipo, compuesto en gran medida por profesionales con una gran formación de la sociedad civil pero que no tienen experiencia política. No obstante, desde el partido centrista no se consideran negativos los resultados de ayer porque hay que tener en cuenta que la formación partía en el inicio de la carrera hacia la Moncloa con una representación nacional de cero escaños, por lo que a partir de ahora es cuando se ha convertido realmente en una alternativa política con voz en el Congreso. A Rivera le espera una legislatura determinante en la que tendrá que mantener el liderazgo que lo llevó a ser considerado uno de los políticos mejor valorados del país.
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