La imputación de la Infanta
1.500 euros por un balcón... y subiendo
Los vecinos del edificio frente a la rampa de los «paseíllos» buscan dinero por ceder sus terrazas a los medios
PALMA DE MALLORCA- La terraza más grande de uno de los primeros pisos del número 15 de la calle Parellades, que está situado frente a la rampa de los juzgados de Palma, está alquilada por 1.500 euros. El propietario del inmueble confirmó a LA RAZÓN que la productora Overon ya había hablado con ellos como en anteriores ocasiones. Ésta cederá luego las imágenes de video al resto de televisiones. Los demás vecinos del edificio de la citada calle esperan ofertas de los medios de comunicación para «tapar algún agujero, que la cosa está muy mal», como dijo una propietaria de la cuarta planta. En las otras dos declaraciones del duque de Palma, Iñaki Urdangarín, esta mujer había cedido amablemente su terraza a algún fotógrafo, pero esta vez quien quiera subir a su casa tendrá que pasar por caja. «A ver si me pagan el carrito de mi hijo», decía la señora, entre risas, mientras paseaba a su bebé. Esta misma vecina señaló que sus amigas le dicen que alquile el piso y ponga unas cuantas sillas y palomitas para presenciar el acto, que reunirá a más curiosos que una «premiere» de Hollywood en la madrileña plaza de Callao. Las opiniones en el barrio son bien diferentes. Y es que, mientras para algunos vecinos la declaración de la Infanta es una incomodidad, debido a que el cordón policial no les permitirá casi ni salir de sus casas ese día, a los vecinos del número 15 de la calle Parellades nunca una imputación les había salido tan rentable.
Los hosteleros y comerciantes de las proximidades a los juzgados de la vía Alemania están divididos. Los primeros harán el agosto en pleno invierno ante la multitud de periodistas que llegarán para informar sobre uno de los momentos mediáticos más relevantes del recién estrenado año. Sin embargo, los supermercados, librerías y demás comercios se verán afectados porque nadie entrará en sus locales, debido a que toda la manzana de los juzgados estará acordonada por la Policía. «¿Para qué vas a abrir si no va a ir nadie?», preguntó un policía a Juan, encargado del supermercado A Prop, el día de la segunda declaración de Urdangarín de hace ya casi un año. Por eso, «ese día no sabemos si abriremos al público o nos quedaremos limpiando, porque los clientes no pueden pasar», añadió. Los comerciantes de la zona se quejan de la falta de información. «Nos deberían acreditar para poder entrar», dijo Mercé Sastre, encargada de la librería Quars. El día de la última declaración de Urdangarín fue acompañada por tres policías para poder abrir el negocio. «Estamos un poco enfadados por el teatro que se monta, nadie le va a hacer nada a la Infanta. Pero también estamos contentos porque se va a saber la verdad», sentenció. Y es que, cada vez que declaran por el «caso Nóos» se van con la caja vacía. Aun así, el sábado 8 abrirán. «Nos pasaremos la tarde aquí contándonos las aventuras que hemos vivido para llegar a la librería», indicó. En el mismo sentido, Juan también lamenta que la llegada de Doña Cristina sea perjudicial para ellos, que no tienen culpa de la situación.
Por su parte, Xysca, la propietaria del café Es Suprem, no tiene previsto poner un menú especial para la ocasión. «La primera vez que estuvo aquí Urdangarín pusimos huevos con chorizo y algún otro plato gracioso, pero simplemente fue para reírnos», explicó. Pese a que «no suelo abrir los sábados, el día que viene la Infanta será muy rentable, así que vendremos». Este día será anómalo para los vecinos, quienes ni salen de casa para así evitar el ruido y la incomodidad de las medidas policiales, según señaló el propietario del café Ciutat. «La última vez no dejaban pasar a mi mujer al bar y a mí me acompañó un policía hasta la puerta», recordaba. Además, son conscientes de que en esta ocasión el dispositivo será más estricto que nunca. «Durante esa mañana la Policía rastreará la zona y a lo largo de la semana se pasarán en varias ocasiones por aquí pidiendo la documentación a los vecinos, como hicieron en anteriores ocasiones», dijo Juan, encargado del supermercado A Prop.
No sólo los bares celebran la llegada de la Infanta, el hotel más próximo a los juzgados, situado a menos de 50 metros, no tiene ni una habitación libre para la noche antes de la declaración, puesto que se espera la llegada de cientos de periodistas. Las dos declaraciones de Urdangarín no han estado libres de anécdotas. Xysca tiene en el exterior de su local un cartel de una conocida marca de cerveza, a la que le pidió dinero por la publicidad, ya que aparecía en todas las imágenes de televisión. Esta empresa se negó, así que ella decidió tapar el letrero con una tela, modus operandi que repetirá ante la llegada de la Infanta.
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