Elecciones autonómicas

2,2 millones de votantes del PSOE se pasaron a PP y C’S

2,2 millones de votantes del PSOE se pasaron a PP y C’S
2,2 millones de votantes del PSOE se pasaron a PP y C’Slarazon

En las elecciones generales del 26-J, el PSOE registró 1,6 millones de votantes menos que en los comicios de 2011 con Rubalcaba como candidato. Desde hace 28 meses, Pedro Sánchez es secretario general del PSOE. En este intervalo de tiempo ha tenido que afrontar dos elecciones generales, unas locales y otras autonómicas. En todas ellas, ha obtenido sus peores resultados históricos.

Tras el fracaso de la investidura, Sánchez anuncia contactos con fuerzas que no asumen la Constitución, deteriorando aún más al Partido Socialista ante la opinión pública y, en especial, frente a los potenciales votantes socialdemócratas, buena parte de ellos huérfanos de partido desde hace ya demasiado tiempo. Muchos dejaron de votar al PSOE en 2011 y se repartieron entre la abstención y un voto táctico al PP. Buena parte de estos últimos cambiaron nuevamente la papeleta de voto y pasaron a Ciudadanos en las elecciones del 20-D. Es decir, que en el periodo 2008-2011-2015 alrededor de 2,2 millones de votantes realizaron el siguiente recorrido: PSOE-PP-C’S. Los estudios demoscópicos poselectorales sobre las elecciones de diciembre de 2015 recogían que prácticamente dos tercios de los votos obtenidos por Ciudadanos se correspondían con ex votantes populares. Pero en este caso no es válido simplificar. Efectivamente, procedían del voto al PP de noviembre de 2011, pero la mayoría no eran votantes habituales del PP, pues lo habían sido del PSOE en 2008 o hasta esa fecha pero, para facilitar la victoria de Rajoy en las excepcionales circunstancias de 2011, optaron por dejar de votar al PSOE y prestar su voto al PP o abstenerse para que el PSOE no tuviese posibilidades de impedir la mayoría absoluta de Rajoy. En las hemerotecas se pueden consultar encuestas de la primavera y verano de 2011 en las que, según el medio, entre un 27% y un 35% de los que habían sido votantes socialistas de 2008 prefería y/o le daba igual una victoria de Mariano Rajoy.

En uno de los mayores estudios de opinión realizados por el CIS en los últimos tiempos, el poselectoral publicado en marzo de 2016, con una muestra de 6.242 individuos, se constata la equidistancia ideológica del votante medio de Ciudadanos con respecto al votante tipo del PSOE y del PP. La autoubicación del votante de C’S es de 5,5 puntos, en la escala izquierda-derecha. A 1,8 puntos de distancia de la media del electorado del Partido Socialista y de 1,5 puntos de la media de los populares.

Si analizamos los resultados de las generales del periodo 2011/2015 observamos la preponderancia del voto centrado entre los electores españoles: los constitucionalistas han recibido el 83,1% del voto a candidaturas en 2011, el 67,9% el 20-D y el 71,6% el 26-J. Mientras que la izquierda radical pasó del 8,7% en 2011 al 25,1% el 20-D y al 21,6% el 26-J. Los independentistas, que recibieron el 8,2% en 2011, bajaron al 7,0% el 20-D y al 6,9% el 26-J. Y el porcentaje de voto al PSOE entre los constitucionalistas en las últimas tres generales ha sido del 36,5% (2011), 33,3% (20-D) y del 32,5% (32.5%). Mientras el bloque constitucionalista remonta el 26-J por primera vez desde las europeas de 2014, el PSOE sigue cayendo y su peso entre el voto de la inmensa mayoría de los españoles, el voto moderado que abarca desde el PP al PSOE, va reduciéndose. La estrategia del PSOE debe reconducirse y pelear por el voto centrista cautivo en el PP y C’S. Sin embargo, elige como socios a partidos de izquierda radical en declive y/o independentistas que también están, en conjunto, menguando.

La fórmula felipista que mantuvo al PSOE cuatro legislaturas continuadas en el gobierno en las décadas de los ochenta y noventa fue la mantener al PP con poco más del 25% de los votos durante todo ese periodo. Obviamente, el votante de centro e incluso el de derecha moderada confiaba en el PSOE antes que en el PP. ¿Qué habrá hecho en los últimos tiempos el PSOE para perder el voto centrista y preferir éste tipo de votante antes que a C’S o incluso al PP?

La estrategia de apartar al PP del gobierno a toda costa, incluso creando pintorescas alianzas con Podemos e independentistas para gobernar en autonomías y ayuntamientos en los que había ganado el PP –pero en donde la suma, heterogénea como poco, de todos los perdedores superaba a la de los populares– permitió enmascarar los resultados catastróficos en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015, cuando se cumplían diez meses de la elección de Sánchez como secretario general del PSOE.

El PSOE pasó de 6,3 millones de votos en las municipales de 2011, con Zapatero en el gobierno, a 5,6 millones liderando la oposición en las elecciones de cuatro años después. En las autonómicas celebradas simultáneamente con las locales en trece CC AA., los socialistas bajaban sus votos de 3,7 a 3,2 millones. El retroceso del PSOE en aquella jornada fue del 11.1% en las municipales y del 13,5% en las autonómicas. Pero aun faltaba la prueba de fuego del 20-D, cuando el PSOE perdió 2,5 millones de votos, con respecto al resultado de Rubalcaba de 2011, el equivalente al 21,4% del total del voto socialista. El PSOE registraba su peor resultado histórico: bajaba de 7,0 a 5,5 millones de votos. La repetición de las elecciones seis meses después recortaría ese botín a 5,4 millones.