Coronavirus

Partido Popular

El PP votará en contra de dos decretos económicos y se abstendrá en el social

El Congreso retrata hoy la debilidad de los apoyos de Sánchez. El presidente llega al Pleno sin haber mantenido ningún contacto con Casado para buscar un acercamiento de posiciones

El Gobierno sacará hoy adelante la prórroga del estado de alarma con el apoyo del PP y Ciudadanos. Los partidos de la oposición serán su necesaria «muleta», como viene ocurriendo desde que comenzó la crisis por la pandemia del Covid-19, para aprobar la continuidad del estado de alarma porque ERC se mantiene, salvo cambio de última hora, en la abstención ya que considera que invade competencias de la Generalitat y supone una recentralización.

Pero aunque la prórroga salga adelante, la sesión parlamentaria de hoy reflejará que el Ejecutivo sigue perdiendo apoyos para hacer frente a la catástrofe sanitaria y a la catástrofe económica que se nos echa encima. PP y Ciudadanos subirán las críticas; Vox votará en contra; y los nacionalistas e independentistas harán guiños a la abstención para volver a dejar en evidencia que en ningún caso serán socios de viaje para la travesía en el desierto que tendrá que atravesar el Gobierno progresista en los próximos meses.

Sánchez necesita de la geometría variable y, aun así, tendrá difícil evitar que los textos tengan que tramitarse como proyectos de ley y someterse al proceso de enmiendas. ERC sí se inclina por votar a favor de los decretos económicos, pero el PNV tiene más dudas en aspectos como la limitación de los despidos.

En cualquier caso, el retrato del respaldo parlamentario a las medidas económicas tendrá una relevante lectura política. La agenda de la Legislatura ha saltado por los aires, tanto la mesa de partidos, el pacto con ERC o la agenda social, y esto lleva a pensar que Moncloa debería revisar urgentemente su manera de abordar esta crisis porque necesitará de más prórrogas del estado de alarma y de un mayor consenso.

El PP se inclina por votar en contra de dos de los decretos leyes económicos, el de ERTEs y despidos y el de hibernación de la economía mediante un permiso retribuido, y abstenerse en el de las medidas urgentes de carácter social y económico para hacer frente al Covid-19. Votará a favor de mantener la alarma.

El Gobierno lleva días agitando la idea de que se plantea impulsar unos nuevos Pactos de la Moncloa, en el futuro, aclara, para poder gestionar la reconstrucción económica y social del país que deje la pandemia. Pero es un mantra que resulta muy contradictorio si se confronta con la realidad de la situación presente.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llega al Pleno de esta mañana sin haber mantenido ningún contacto en los últimos días con el principal partido de la oposición –no lo ha habido ni al nivel de Pablo Casado ni en otros niveles intermedios– para intentar aproximar posiciones ante el debate parlamentario. La iniciativa de promover ese consenso corresponde al Gobierno, pero por más que lleve días agitando la bandera del pacto, la rectificación de la unilateralidad sólo la ha aplicado con los socios minoritarios. Hubo una llamada de trámite a Casado el sábado pasado para anunciar la prórroga de la alarma hasta el día 26.

Moncloa se vio obligada a asumir el lema de los grandes pactos nacionales después de que la semana pasada recibiera críticas desde todos los frentes, también desde los satélites más próximos, por su «modus operandi» en esta crisis. De hecho, el tirón de orejas le llegó incluso desde el PNV, partido con el que el PSOE ha mantenido hasta ahora una sintonía casi perfecta por los intereses mutuos que comparten. A

demás de la ventaja económica que el PNV ha conseguido de apoyar la investidura de Sánchez, los nacionalistas vascos necesitarán el apoyo del PSE, salvo milagro, si quieren mantener la Lendakaritza tras las próximas elecciones autonómicas, aplazadas a septiembre por la crisis del Covid-19.

La reedición de los Pactos de la Moncloa ha quedado reducida a un nuevo producto del marketing comunicativo del entorno de Sánchez. Es casi seguro que hoy volverá a escucharse en el Congreso un cruce de reivindicaciones del consenso. Pero sin elevar tan alto las aspiraciones del acuerdo la realidad es que no ha habido la más mínima aproximación entre el Gobierno y el líder de la oposición de cara al importante Pleno de hoy.

Dice el Gobierno que el PP no disimula que está utilizando esta crisis para intentar «desestabilizarnos». Y es cierto que el PP está viendo su oportunidad para convertirse en alternativa, y más bajo la presión de Vox. Pero tan cierto es eso como que toda la gestión de la emergencia sanitaria nacional ha estado marcada por la falta de información a las partes afectadas.