Illa da por hecho que los mayores podrán salir a la calle desde el 2 de mayo

Las personas mayores también podrán salir a la calle, con restricciones, desde el próximo sábado. El presidente del Gobierno no precisó en su comparecencia del pasado sábado si el principal colectivo de riesgo ante un posible contagio por Covid-19 se beneficiaría del anunciado nuevo paso en la desescalada, que permitirá ya en esa fecha, previsiblemente, salir a pasear y a correr. Pero ayer, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, dijo que «con toda seguridad» los más mayores podrán por fin salir a la calle tras más de mes y medio de confinamiento domiciliario. Al mismo tiempo, Illa dio por hecho que el Gobierno tendrá que pedir una nueva prórroga del estado de alarma.

Tal y como informó ayer LA RAZÓN, los expertos han mostrado su preocupación por los efectos físicos, y sobre todo psicológicos, que tendría para los mayores de 65 años prolongar mucho más el encierro. Y es que hasta ahora el horizonte de este colectivo apuntaba a una reclusión domiciliaria hasta el verano para evitar posibles contagios entre un grupo más expuesto que el resto a las letales consecuencias de la pandemia.

Eso sí, el titular de Sanidad prefiere condicionar esa medida de alivio del confinamiento a que la evolución de las cifras de contagiados, víctimas y enfermos que han superado el virus siga la línea descendente de los últimos días.

En una comparecencia junto a la vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera, Illa puso de relieve que los datos diarios de la evolución de la pandemia constatan que se está «doblegando la curva» y que el ansiado descenso se está «consolidando». No en balde, recordó que el índice de contagios es ahora mismo del 0,8 por ciento frente al 35% que se registraba al decretarse el estado de alarma el pasado 14 de marzo.

Pero el ministro de Sanidad se encargó de enfriar cualquier previsión optimista al dar por sentado que el Gobierno de Pedro Sánchez deberá solicitar al Congreso una cuarta prórroga del estado de alarma, lo que alargaría a un mínimo de dos meses esa medida excepcional.

Aunque dejó claro que será el comité de expertos el que tenga la última palabra, Illa abrió la puerta a la adopción de esa medida. «No quiero anticipar nada, a nadie se le escapa que la evolución de la pandemia está yendo mejor –dijo–, pero es un virus de mucho contagio, el Gobierno siempre actúa con muchísima prudencia y es un horizonte muy precipitado pensar que el estado de alarma se puede acabar en los próximos 15 días».

De producirse esa nueva prórroga, se alargaría hasta el 24 de mayo y el Ejecutivo debería hacer frente a un Congreso cada vez más dividido sobre la conveniencia de extender la medida.