Gobierno de España

Los «socios Frankenstein» recelan de Moncloa

Cinco meses de Gobierno Sánchez afronta la nueva normalidad tras meses de choques con Podemos sobre economía y nuevas fricciones con el bloque de la moción de censura

Pleno en el Congreso sobre el Ingreso mínimo vital
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián (frente), pasa frente al vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias.BallesterosEFE

Mañana se cumplirán 100 días desde que el PSOE y Unidas Podemos reunieron por última vez el comité de seguimiento del pacto de investidura que permitió a ambas formaciones alumbrar el actual Gobierno de coalición. Ese último encuentro entre socialistas y morados para valorar la salud de su acuerdo se produjo de manera precipitada, en la misma semana que culminaría con las movilizaciones del 8 de marzo, con el fin de calmar el incendio provocado en Moncloa a cuenta de la tramitación de la Ley de Igualdad y del choque entre los departamentos de Carmen Calvo y de Irene Montero en torno a cuál era la mejor vía para regular el «sólo sí es sí» en el Código Penal.

Llegó en la semana posterior el empeoramiento de la situación epidemiológica en España y la declaración del estado de alarma. Han sido 100 días que han puesto a prueba al Gobierno, expuesto a la peor crisis social y económica en democracia, y ha aireado algunos choques entre sus miembros. Ahora, conforme el país encara el retorno a la normalidad, la recobrada «sintonía» con Ciudadanos del presidente Sánchez y de algunos de los ministros socialistas con más peso ha despertado la inquietud entre algunos de los socios de investidura del Ejecutivo, integrantes también del denominado «bloque de la moción de censura» que condujo a Sánchez a La Moncloa en detrimento de Rajoy.

Podemos: choque económico

Si en los primeros pasos de la coalición, PSOE y Podemos ya tuvieron que solventar algunas fricciones, ha sido el escenario propiciado por el coronavirus el que ha permitido vislumbrar más claramente las dos almas que conviven en el Consejo de Ministros. Las diferencias tienen que ver sobre todo con decisiones económicas. El criterio del vicepresidente Pablo Iglesias a la hora de afrontar la salida de la crisis se da de bruces con las recetas defendidas por las titulares de Economía y de Hacienda, Nadia Calviño y María Jesús Montero. Ahí están los ejemplos de lo sucedido en la gestación del Ingreso Mínimo Vital, de las posturas enfrentadas alrededor de la creación de un nuevo impuesto a las grandes fortunas (tasa Covid), del alcance final que se dará a la modificación parcial o a la derogación íntegra de la reforma laboral o de las diferencias con que unos y otros defendieron, al comienzo del estado de alarma, la conveniencia de cerrar por completo la economía no esencial.

Respecto a la posibilidad de que Sánchez pudiera confirmar en las próximas semanas o meses un giro sobre sus socios y se abriera a mantener un entendimiento más estable con Ciudadanos, en Podemos consideran que no se trataría de un camino acertado aunque, tal y como ha ocurrido en estas semanas, no descartan de plano acuerdos puntuales, en ningún caso de legislatura, con la formación de Arrimadas. Y citan en este punto el ejemplo del aval naranja a las prórrogas del estado de alarma. En el grupo parlamentario morado descartan, no obstante, que esa nueva sintonía del PSOE con Cs pueda tener una continuidad en un eventual acuerdo presupuestario. Reconocen que, durante la epidemia, Cs ha asumido el papel «de derecha responsable», pero advierten que «nunca gobernarán con el partido naranja», más allá de «colaboraciones» como la acontecida en estas semanas en materia de salud pública. Esta misma semana, Iglesias verbalizó la posición de los suyos respecto al futuro de la legislatura y el papel que pudiera desempeñar Ciudadanos: «Creo que con los que hay que hablar de medidas económicas y sociales es con las formaciones políticas de izquierda. El acuerdo del Gobierno de coalición y su contenido es ley para PSOE y para Unidas Podemos».

PNV: ni Cs ni Bildu

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, insistió ayer en que estará «ojo avizor» a los futuros movimientos del Gobierno de Sánchez. Expresó su desconfianza en torno a posibles acuerdos del PSOE con Ciudadanos: «Si es meramente presupuestario, igual no hay problema puntualmente. Si es algo más, evidentemente, los planteamientos de Cs chocan bastante directamente con los nuestros». Desde el PNV creen que el Gobierno debería apoyarse en los socios que facilitaron la investidura mediante acuerdos, afirmó Esteban, que no contengan «lagunas jurídicas» como el suscrito con Bildu sobre la reforma laboral.

ERC: la mesa o las urnas

En Esquerra desconfían de que el PSOE haya optado por «ir de la mano con la derecha»». Según fuentes de esta formación consultadas por Servimedia, Iglesias debería pronunciarse sobre esta situación: «A nosotros nos va encontrar para hablar de derechos sociales. Y eso no es compatible con Cs. ¿Qué hará Podemos?». Su exigencia será volver a la mesa sobre Cataluña.