Política

El «contagioso» culto de Torra

Cataluña prohíbe las reuniones de más de diez personas en todo su territorio
Cataluña prohíbe las reuniones de más de diez personas en todo su territorioQuique GarcíaAgencia EFE

Ayer, Torra hizo públicas las medidas de la Generalitat para hacer frente a la tan preanunciada –o sea, no imprevista– oleada de contagios, y con el objetivo de «aplanar la curva en las próximas tres semanas». Entiendo que le habrá costado mucho adoptarlas, sobre todo para evitar convertir en otro 8-M la Diada del 11-S, para la que faltan menos de esas tres semanas críticas.

Por supuesto, no abogo por más limitaciones, sino por más coherencia: así, es incomprensible la disparidad de indicaciones sobre la distancia de seguridad y el aforo, en función de la actividad. La prohibición de reuniones de más de 10 personas en lugares públicos y privados «del país», espero no incluya domicilios. También es inexplicable que la limitación no afecte a transportes públicos ni a lugares de trabajo, donde la proximidad, aforo y permanencia suele ser mayor que en los locales de ocio y, por supuesto, lugares de culto, limitados ahora a un 50% y un 33% de su capacidad, respectivamente.

Parece que la actividad presuntamente más peligrosa para el contagio es la desarrollada en los lugares de culto. Ignoro a qué culto acudirá el Sr. Torra, pero no creo que asistir durante 45 minutos a Misa con mascarilla y guardando las medidas de seguridad, sea más contagioso que viajar en metro o autobús, o estar ocho horas en el lugar de trabajo o en el bar. Debe ser el culto de su teología de la liberación nacional.