Isabel Díaz Ayuso

Díaz Ayuso: “Si Madrid no se reactiva, se hunde España”

La presidenta de la Comunidad de Madrid asegura que «Sánchez ha estado ausente y el verano ha sido muy duro para los presidentes autonómicos».

La entrevista se desarrolló en las horas previas a que el Gobierno de Madrid anunciara nuevas restricciones para hacer frente a la expansión de la pandemia.

–Usted criticó a Sánchez por su imprevisión y por actuar tarde. Y ahora las críticas las han vuelto contra usted. ¿Rectificaría algo de lo que dijo del presidente del Gobierno durante el estado de alarma?

–No. En el momento de mayor dificultad para España y para Madrid había un ministro, pero no un ministerio. Basaron la gestión en un falso comité de expertos, que tomaba decisiones políticas y arbitrarias que perjudicaban siempre a Madrid. Las comunidades tuvimos cada una por su cuenta que poner todos los medios humanos y materiales, y tomar las decisiones más difíciles. Y siempre con una presión mediática y política inaudita. Cosa distinta es si me gusta ese clima y reconozco que no. Nada me gustaría más que fuéramos en perfecta coordinación todas las Administraciones contra el virus. Hay que intentarlo.

–¿En qué explica que España en general, y Madrid, en particular, sean otra vez protagonistas de la «segunda ola» de la pandemia?

–Hay una mezcla de muchos factores. Es evidente que no debíamos haber pasado de un confinamiento total a no tener ninguna estrategia común y coordinada. Ha influido también la mayor movilidad durante el verano porque, aunque no hayamos viajado a otros países, sí que hemos estado desplazándonos entre todas las comunidades. Y ha habido sectores de la población que se han relajado porque se creían más fuertes.

–Mire en eso coincide con Pedro Sánchez, también ha señalado la responsabilidad de la relajación ciudadana.

–No estoy responsabilizando, pero los datos están ahí. La edad media de contagio ha bajado a los 37 años, esto es un hecho. Los niños han estado más protegidos por sus padres y han pasado más tiempo en su casa, pero los adolescentes, los universitarios y, en general. la población de hasta cuarenta años está teniendo un alto nivel de contagio, sobre todo en el ámbito privado. La gente se confía y piensa que un pariente o amigo no le puede enfermar porque le conoce, y en cuanto entran en un espacio cerrado se quitan las mascarillas, se abrazan y se relajan. Pero éste no es el único factor. Cada comunidad tiene sus peculiaridades, y, en el caso de Madrid, como el resto de capitales europeas, la alta densidad de población y la movilidad son dos factores determinantes.

–¿No ha influido la falta de rastreadores? ¿O llegar tarde en otras medidas preventivas?

–Hay críticas que vienen de un sector muy castigado por la pandemia, de quienes más han sufrido, y somos conscientes de la situación. Pero también es verdad que en muchas ocasiones las cifras que se han dado y el tratamiento informativo no se ha ajustado a la realidad. Nosotros hemos contratado a diez mil profesionales sanitarios, hemos conseguido material de protección y vamos a seguir estando con ellos para atender sus necesidades.

–Acusan a su Gobierno de utilizar «trucos contables» con las cifras para infravalorar el problema de los contagios en la Comunidad.

–Madrid siempre ha publicado sus cifras con los mismos protocolos. Y siempre hemos contado hacia arriba, incluyendo incluso a las personas que, sin estar confirmadas, presentaban síntomas compatibles con la Covid.

–También le reprochan que la tasa de hospitalizaciones esté «infravalorada», según sanitarios.

–¿Qué sanitarios? Esto hay que manejarlo con cuidado porque se presta a muchas manipulaciones. Le pongo un ejemplo, el otro día fui a visitar las obras de un colegio y la noticia fue que, supuestamente, los padres me habían abucheado, cuando la realidad era que un partido local había llamado a gente de un sindicato para que boicotearan mi presencia en un colegio público, que está sostenido con fondos públicos.

–¿Bastarán con las nuevas medidas restrictivas que ha anunciado su Gobierno para frenar la alta incidencia del virus?

–La información de la Dirección General de Salud es que con estas actuaciones entraremos en una fase de estancamiento, pero si fuera necesario adoptaremos más medidas.

–¿Incluso hacer uso de la prerrogativa autonómica de solicitar el estado de alarma, como ha propuesto Sánchez, aunque lo haya criticado Casado?

–El estado de alarma es un globo sonda del Gobierno, igual que la moción de censura.

–Este lunes, ¿qué medidas propondrá tomar de manera conjunta a las comunidades limítrofes, Castilla-La Mancha o Castilla y León, para contener la expansión del virus?

–Madrid es una España dentro de España. La estrategia de culparnos unos a los otros, y de culpar a los madrileños, está fuera de sentido. Los madrileños nos movemos fuera, pero también hay muchos residentes de estas comunidades que tienen una intensa relación con nuestros colegios, con nuestros hospitales, con nuestras empresas, y, de hecho, hasta compartimos el mismo abono de transporte. Este verano hemos firmado un convenio con los servicios forestales de Castilla-La Mancha y Extremadura y hemos mandado dotaciones a Cáceres, por ejemplo. Es decir, Madrid es una España dentro de otra España y una comunidad al servicio de España

–¿Y qué espera de la reunión del lunes?

–Coordinación y confianza. Nuestros ciudadanos están totalmente interrelacionados en materia sanitaria, educativa, en los transportes y en el empleo. Por eso debemos reunirnos frecuentemente, pensar en clave nacional y abordar juntos una estrategia contra un virus que no entiende de fronteras.

–Usted criticó la gestión del Gobierno del estado de alarma con dureza. Ahora que ya no hay mando único, y hay más responsabilidad autonómica, la pandemia vuelve a estar al alza. ¿Ahora no hay ninguna responsabilidad de los gestores políticos?

–También me gustaría saber cómo están contando los contagios en otros países y si no se está dando un trato injusto a España, como ya ocurrió con la gripe española. Habría que ver si están cuantificando la incidencia con los mismos criterios que nosotros.

–¿Está diciendo que en Europa ocultan los contagios?

–En todas las capitales europeas la curva de contagios evoluciona al alza de manera parecida, y las comparaciones deben hacerse con los mismos criterios estadísticos.

–¿Pero qué responsabilidad tienen los Gobiernos autonómicos en la mala evolución de la pandemia? ¿Por qué ha fallado la coordinación?

–Hemos pasado de una etapa de solidaridad absoluta, en la que todo el mundo aportaba, donaba y entregaba sus esfuerzos, anteponiendo incluso su ayuda a la salud, a un momento de reivindicación en el que hagas lo que hagas, siempre se antepone la crítica a la colaboración. A todo el mundo le parece algo mal. Yo puedo entender la queja, y la respeto, pero las Administraciones nunca han tenido que enfrentarse a un escenario tan complejo y estamos haciendo todo lo posible para responder a las necesidades de los ciudadanos. Nos quedan meses muy difíciles porque tendrán que seguir viéndose afectadas nuestras libertades, y seguirá habiendo normas que tendremos que respetar, pero si no cedemos y colaboramos todos por el bien común, será aún más difícil.

–Entiendo que pide a profesores y sanitarios que se quejen menos y colaboren más.

–Estoy pidiendo colaboración a todo el mundo, y, especialmente, a los sectores más afectados, que pueden estar cansados de tanto sacrificio, lo entiendo, pero seguimos necesitándoles. En Madrid no habíamos aún presentado nuestro plan educativo y ya nos habían convocado una huelga. La realidad es que nos toca vivir un tiempo en el que todos estamos pasándolo mal, unos más que otros, pero todos tenemos dificultades y pérdidas. Hay padres que tendrán que modificar sus horarios, alumnos que no podrán seguir el curso con la normalidad que quisieran o que no podrán continuar con sus actividades extraescolares, abuelos que verán menos a sus nietos y empresas que cerrarán. Todo el mundo está en una situación compleja y tenemos que apoyarnos.

–¿Las «quejas» son por razones políticas?

–No digo que sean sólo políticas, yo entiendo que haya malestar por todos los problemas que está generando el virus. Pero, insisto, en estos momentos necesitamos la colaboración de todo el mundo. Mi llamamiento es a la comunidad educativa, a los funcionarios, a los sanitarios y a los empresarios. A estos últimos para que sigan arriesgándose y creando empleo.

–Los expertos dicen que con este nivel tan alto de contagios no se pueden abrir los colegios con seguridad. ¿En qué se basan ustedes, los políticos, para sostener que sí?

–En la mayoría de los países de nuestro entorno, algunos de ellos con protocolos no tan ambiciosos como el nuestro, han abierto con normalidad y las clases también han seguido con normalidad.

–Pero no tenían la misma incidencia acumulada de contagios.

–Nuestras aulas se van a convertir en lugares muy seguros con medidas de protección que no existen fuera del aula. Los niños estarán siempre con sus mascarillas, habrá horarios desdoblados, test periódicos, sobre todo a los niños de educación especial, aulas prefabricadas en algunos casos para acceder directamente a los patios, coordinadores Covid y mamparas, según las necesidades del colegio.

–¿Todas las medidas de protección estarán activas, en todos los colegios, en el momento de su apertura?

–Hemos fijado un plan de prioridades, que comienza por la educación especial, ya que son niños y padres que tienen problemas añadidos al de resto de las familias. Luego, siguen los que están en infantil y aquellos estudiantes que tienen que prepararse selectividad y no pueden permitirse perder tiempo de clase. Y luego va el grueso de primaria y secundaria. Trabajamos sobre cuatro escenarios y, al final, hemos optado por este modelo semipresencial, en el que se podrán seguir en streaming las clases para limitar los efectos de las cuarentenas.

–¿Los nuevos profesores estarán ya en sus clases cuando los alumnos lleguen al colegio esta semana?

–La consejería está recurriendo ya a la bolsa de contratación.

–¿Pero estarán dando clase cuando lleguen los alumnos?

–Las incorporaciones serán de dos o tres profesores por cada colegio. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de cifras macro. Hay una cantidad histórica de profesores contratados, pero para un volumen muy grande de colegios: en la Comunidad de Madrid hay más de 2.400 centros.

–¿Con dos o tres profesores más por colegio se puede ajustar la ratio a los 20 alumnos en todos los centros o falta Presupuesto?

–En estos momentos, la prioridad del Presupuesto es el gasto educativo y sanitario, y hemos recibido dinero del fondo no reembolsable del Gobierno que también estamos dedicando a atender estas necesidades. Pero mi intención es abordar una reforma educativa que resuelva de manera definitiva la limitación de la ratio y que apueste por un modelo de enseñanza más individualizada, que recupere la esencia de la escuela de siempre, sin perder el ritmo de la digitalización, y que fomente la relación entre el profesor y el alumno, y la concentración, para lo que este año ya hemos prohibido que se utilice el móvil en los colegios. Para que una reforma de este tipo se consolide hace falta hablar con la comunidad educativa y ésta será una de mis prioridades cuando estabilicemos la pandemia.

–¿Los padres con hijos en cuarentena, aunque no sean positivo, tienen que tener derecho a la baja?

–La clave es que haya empleo y hay que buscar fórmulas para que las personas que arriesgan su patrimonio creando empleo no tengan un problema de absentismo.

–La pregunta era si deben tener derecho a la baja los padres que se vean obligados a quedarse en casa al cuidado de un hijo en cuarentena por estar en contacto en el colegio con un positivo.

–Si el padre tiene que seguir el protocolo Covid tendrá que negociar con su empresa para optar por el teletrabajo si es posible. Hay cambios que la pandemia está acelerando y que han llegado para quedarse como una movilidad inteligente o el establecimiento de fórmulas para favorecer la conciliación y que las personas tengan más tiempo para dedicarse a sus familias y a ellas mismas. En la Comunidad de Madrid ya hemos aprobado un acuerdo para que un tercio de los funcionarios trabajen desde casa.

–¿La relación de su Gobierno con el Ejecutivo de Sánchez es tan tensa como parece en los medios de comunicación?

–Tengo buena relación con ministros y con muchos presidentes autonómicos. Hablamos mucho, y la mayoría de las veces nos entendemos, aunque luego cada uno tenga su criterio sobre cómo deben hacerse las cosas. Hay que tener en cuenta que esta pesadilla de la pandemia la compartimos todos, nos ha puesto en jaque a todos y nos está haciendo mucho daño a todos.

–Entonces, ¿a qué atribuye la «inquina» que dice que tiene el presidente del Gobierno contra Madrid?

–El PSOE tiene una necesidad histórica de gobernar en la Comunidad de Madrid y ha puesto en marcha toda una campaña en contra de mi Gobierno con la ayuda del delegado del Gobierno, de sus ayuntamientos y de la Federación de Municipios y Provincias, que dirigen ellos. El delegado del Gobierno me ha llegado a llevar a la Fiscalía por el cierre de IFEMA, tema que se ha archivado judicialmente, mientras que él, en paralelo, ha autorizado tres manifestaciones muy discutibles para la seguridad sanitaria.

–Sobre la relación con Sánchez, ¿por qué entiende que criticar la gestión de su Gobierno es criticar a la Comunidad de Madrid?

–Como presidenta de todos los madrileños llevo meses pidiéndole una reunión para hablar de los problemas especiales de esta comunidad, como los que se derivan de la movilidad (aeropuerto, estaciones, kilómetro cero de todas las carreteras). Y de otros problemas que arrastramos como el de la seguridad, la «okupación» o los menores no acompañados. Como presidenta de todos los madrileños no he tenido aún respuesta a esta petición, que veo muy necesaria.

–¿Cree que Sánchez quiere perjudicar a Madrid?

–No estoy diciendo eso. Ahora bien, el presidente del Gobierno tiene que entender que cuando lanza determinados mensajes, hace más daño a Madrid que a su presidenta. Ningún presidente de ningún Gobierno del mundo promueve mensajes que pueden dañar a su capital, esto sólo lo he visto aquí. Si Madrid no se reactiva, España se hunde.

–¿A qué mensajes se refiere en concreto? ¿A las advertencias por la evolución de las cifras de la pandemia?

–Ha habido alarmismo con Madrid durante toda la pandemia, incluso cuando teníamos problemas, como en julio. Todos estamos teniendo aciertos y errores, pero la lupa solo está sobre Madrid. Solo los problemas parece que están aquí, como si todo aquí fuera mal y eso no es cierto, es insensato y muy perjudicial para Madrid y, por tanto, para España.

–Dicen desde la derecha que Sánchez ha hecho dejación de funciones durante este verano para desgastar a las comunidades. ¿Lo comparte?

– Ha estado ausente, y el verano ha sido muy duro para todos los presidentes autonómicos. Hemos pasado meses muy difíciles.

–Usted fue de las primeras en reclamar que se acabara el estado de alarma.

–Pero no se trataba de estado de alarma o la nada. Tiene que haber una estrategia nacional y que las comunidades tomen luego las decisiones en función de sus competencias, dentro de esa estrategia nacional. Hemos pasado del estado de alarma a no hacer nada con los rebrotes. Hemos visto cómo en la legislación de movilidad ha habido pronunciamientos dispares de los jueces y durante todo el verano cada comunidad ha intentado sobrevivir como ha podido con los medios que tenía a su alcance.

–¿Los centros de atención primaria vuelven a estar colapsados por la Covid?

–La atención primaria ha sido clave en la lucha contra la pandemia y ahora tenemos que mantener el esfuerzo en los recursos porque, aunque la mayoría de los contagios no requiere de asistencia hospitalaria, sin embargo, sí necesitan de un médico de atención primaria que les cuide y les siga. Hay pocas comunidades en las que, como ocurre en Madrid, sus centros se abran por la mañana y por la tarde. Estamos haciendo una media de 25.000 test diarios de PCR, tenemos la mayor capacidad diagnóstica y una ocupación hospitalaria del 11 por ciento. Ahora lo que hace falta es más coordinación.

–¿Le tranquiliza que Ciudadanos negocie los Presupuestos para rebajar el precio de ERC?

–Tengo la impresión de que vivimos un momento en el que la política trabaja sólo para que Sánchez siga en el Gobierno. Todos tenemos que entregarle algo, aunque él no nos dé nada. Sánchez no ha tenido ninguna voluntad de diálogo con Casado y ha despreciado todos los pactos que le han ofrecido. En la reactivación de la economía es clave la reactivación de Madrid, y para esto pedimos la colaboración del Gobierno, en lugar de que la boicotee con declaraciones altisonantes que perjudican a la ciudad mucho más que a mí.

–¿La relación con Ciudadanos ha entrado en momento dulce?

–La pandemia nos obliga a centrarnos en lo importante. Hay que presentar unos Presupuestos y tenemos que seguir presentando planes para Madrid, todo lo que se salga de esta línea nos perjudica. Hay mucha gente que no sabe qué va a ser de su futuro, y tenemos que dedicarnos a lo importante.

–¿Va a echar de menos a Cayetana Álvarez de Toledo en la primera línea política?

–Echaré de menos que no me acompañe en algunos espacios de odio televisivo donde nos hacían muchos reportajes a las dos.