Los datos

El «fake» de Sánchez contra Feijóo: El PP no vota «no a todo»

Moncloa acusa a los populares de practicar la política de la «tierra quemada» pero ha facilitado hasta nueve de once decretos propuestos desde la renovación del PP en Génova

Moncloa acusa a los populares de practicar la política de la «tierra quemada» pero ha facilitado hasta nueve de once decretos propuestos desde la renovación del PP en Génova.
Moncloa acusa a los populares de practicar la política de la «tierra quemada» pero ha facilitado hasta nueve de once decretos propuestos desde la renovación del PP en Génova.Jesús G. FeriaLa Razon

El Gobierno comienza el nuevo curso político reforzando su ofensiva contra el PP. Una hoja de ruta a la que todos los ministros se han dedicado a fondo durante el mes de agosto y que supone la tónica del escenario que se verá en los próximos meses, todo en un contexto ya preelectoral que alimenta el Ejecutivo con su plan para tratar de desgastar al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que se medirá por primera vez a nivel nacional, en las urnas. Con las encuestas al alza para los populares y ante la posibilidad de que, si se confirman, sería inviable la reedición de un gobierno de coalición, PSOE y Gobierno buscan el choque constante con el principal partido de la oposición, con ataques e incluso «insultos», según denuncian en el PP, que ve a un Gobierno tratando de hacer oposición a la oposición. Y que ante esta estrategia de erosión, no se amedrenta y avisa que seguirá haciendo una oposición «constructiva», es decir, continuar haciendo propuestas, según aseguró el propio Feijóo este viernes en una entrevista en «La Brújula» de Onda Cero. Propuestas que como la reducción del IVA de la luz y del gas, que después –a pesar del rechazo y desprecio inicial– el Gobierno termina aceptando y tratando de hacer suyas.

En este contexto, en Moncloa, voces gubernamentales denuncian la imposibilidad de acordar nada con el PP, a pesar de que ellos mismos rompieron los puentes para la negociación de la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Hasta el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entró en esta estrategia al llegar a asegurar que «el cambio en el PP» ha sido a peor, en relación a la renovación de liderazgo en el PP. Fuentes socialistas abundan en este extremo al atacar al PP acusándole de «practicar la política de la tierra quemada, del cuanto peor, mejor». En el PSOE encuadran al PP en la «antipolítica» y ven falta de «liderazgo» en Feijóo. Además, parte de la ofensiva del Gobierno pasa por acusar al PP de ser el partido del «no es no», de votar en contra de «los intereses de la ciudadanía» y de todo lo que lleva al Congreso de los Diputados PSOE y Unidas Podemos.

Así, en estos cinco meses de liderazgo en el PP bajo la figura de Alberto Núñez Feijóo, el PSOE ha pasado de valorar a su rival como un perfil «moderado» a atacarle directamente en un cuerpo a cuerpo destinado a enfangar las próximas campañas electorales. En Moncloa juegan a trasladar el mensaje de que los populares votan «no» a todas las iniciativas, a tratar de desenmascarar la mano tendida del PP, que tiene como condición que para negociar prescindan de sus socios habituales, Podemos, ERC y Bildu.

Sin embargo, hay datos que desmienten esa feroz campaña de descalificaciones a Feijóo y las acusaciones de «obstruccionista»: desde el pleno del 5 de abril (tres días después de que fuera coronado en el Congreso del PP de Sevilla), se han votado once decretos en el Congreso de los Diputados y, de ellos, los populares tan solo han votado en contra de dos. El primero relacionado con las primeras medidas económicas para afrontar las consecuencias de la guerra de Ucrania (entraron en vigor el 1 de abril), que incluían la bonificación de 20 céntimos por litro de gasolina, y el segundo el del pasado jueves, que incluía una mezcla de medidas para ahorrar energía y de ayudas económicas, lo que condujo al PP a ser muy crítico y votar «no».

La ejemplar política de oposición del PP
La ejemplar política de oposición del PPJesús G. FeriaLa Razon

De los nueve decretos restantes, los populares han votado a favor de siete y se han abstenido en dos (uno de ellos, la prórroga de las medidas que entraron en vigor el 1 de abril, que caducaban a los tres meses y se renovaron a partir del 1 de julio). En total, en lo que va de legislatura, se han votado 88 decretos, de los cuales el PP ha apoyado 46, algo más de la mitad, y han rechazado 23. Con Pablo Casado al frente, se votaron 77 decretos y el PP rechazó 21 (27,2%) y se abstuvo en 17 (22%). Con Feijóo, tan solo se ha votado en contra del 18% de los decretos.

De hecho, sin ir más lejos, en este último pleno del 25 de agosto, se han votado tres decretos y de esos, los populares han apoyado dos y ambos bastantes relevantes: uno sobre el nuevo sistema de cotizaciones para los autónomos y otro sobre medidas para mejorar la capacidad de respuesta ante los incendios forestales tras un verano donde el fuego ha arrasado ya cerca de 250.000 hectáreas.

Pero el talante del PP de Feijóo no solo ha quedado reflejado en los decretos. También en las leyes, donde ha salvado al Gobierno de algún apuro: por ejemplo, en el debate de totalidad sobre la ley de Seguridad Nacional y en el de la ley de precursores de explosivos, Esquerra presentó una enmienda que los populares rechazaron y permitieron la tramitación de ambas normas. Con Feijóo al frente de los populares, no se ha presentado ninguna enmienda a la totalidad (es decir, se ha permitido tramitar los proyectos de Ley del Gobierno) y también se han votado 10 dictámenes legislativos y el PP ha votado a favor de cuatro, se ha abstenido en tres y ha rechazado tres.

Los populares también han salvado y, si no hay cambio de guion, seguirán haciéndolo, de la ofensiva de sus socios en su «no» a aumentar el gasto en Defensa. PSOE y PP acordaron una moción para incrementar el gasto militar. La abstención del PP también fue importante para que saliera adelante la «ley Zerolo» por los derechos LGTBI al igual que el mismo voto sirvió para que saliera adelante la Ley de Audiovisuales frente a la abstención de Esquerra. Que no saliera adelante la proposición de ley de Unidas Podemos sobre el impuesto a las grandes fortunas, fue gracias al PP, al igual que fue el principal apoyo para salvaguardar la posición de Moncloa en múltiples comisiones, como las ofensivas de los socios para investigar en el Congreso las escuchas a políticos independentistas –el «caso Pegsus»– o, también, para mantener la neutralidad que el PSOE dirige con la Corona. El PSOE, gracias a la ayuda del PP también logró salvarse de la intención del PNV de limitar la inviolabilidad del Rey.