Partido Popular
El PP lleva pidiendo a Sánchez desde el 13 de marzo la rebaja del IVA en el gas
El ejecutivo se ha estado negando durante más de cuatro meses a aceptar la propuesta de los populares
Alberto Núñez Feijóo asumió las riendas del PP el 2 de abril en un Congreso celebrado en Sevilla. Pero ya antes había solicitado al Gobierno la rebaja de la IVA de la luz y del gas. Lo hizo, junto al resto de presidentes autonómicos del PP en la última conferencia de presidentes, en el mes de marzo. Tras llegar a Génova, lo volvió a hacer. Envió a Pedro Sánchez un programa económico de 41 páginas en las que detallaba las medidas que consideraba adecuadas para afrontar los problemas generados por la guerra de Ucrania. Entre esas medidas, había muchas de carácter fiscal y, entre esas, aparecían la petición de la rebaja del IVA de la luz y el gas. Ese 22 de abril fue la primera vez que los populares pidieron formalmente al Gobierno una bajada del impuesto, aunque la primera respuesta del ejecutivo de Sánchez fue la del rechazo y el desprecio.
Sin embargo, han pasado las semanas y los meses y, finalmente, el Gobierno de PSOE y Podemos acaba accediendo. Sánchez anunció una rebaja del IVA al 5% en la luz el 22 de junio; ahora, más de dos meses más tarde, hace lo mismo con el gas. Mismo patrón del ejecutivo: primero rechazo y luego acaba abrazando las propuestas de los populares.
En este sentido, ese 22 de abril fue la primera vez que el PP propuso formalmente la rebaja del IVA del gas, pero durante estos más de cuatro meses lo ha reclamado durante más ocasiones. Así, en el propio Congreso de los Diputados, una semana más tarde, el PP presentó una moción (fechada el 28 de abril) compuesta por 12 puntos: el primero de ellos reclamaba una rebaja del IVA de luz y gas. Sin embargo, votaron tanto PSOE como Podemos en contra. También Vox y Ciudadanos.
Desde el PSOE se acusó al PP de haber votado en contra de los decretos que redujeron el IVA de la luz del 21% al 10% (en junio de 2021), unos decretos que incluían más medidas que la puntual rebaja fiscal. «Sigan, como hacen hasta ahora, proponiendo iniciativas que han votado en contra cuando han venido a esta Cámara y sigan votando en contra de las iniciativas del Gobierno», afirmó el diputado socialista Germán Renau. «Con esta actitud que tienen, lo único que demuestran es que España y su ciudadanía les importa bien poco o nada y que solo piensan en ustedes mismos y en sus urgencias electoralistas que van montando», agregó.
Desde Podemos, el diputado Juan López de Uralde acusó al PP se mirar «sistemáticamente para atrás» por proponer cinco medidas para rebajar impuestos: «Es decir, que siempre la responsabilidad económica tiene que recaer sobre el Estado, nunca ni una sola medida sobre los beneficios del oligopolio eléctrico, ni una».
Recientemente, en el debate sobre el estado de la nación, el PP también impulsó una resolución amplia (con casi una treintena de puntos) sobre el ámbito energético e incluyó la petición de rebaja fiscal, pero tampoco prosperó. El texto también defendía el apoyo económico a los sectores más castigados por el encarecimiento de la energía y el estudio de alternativas al gas, entre las cuales destaca la nuclear (el Gobierno también la desprecia, hasta ahora, mientras hay países como Japón que la vuelven a impulsar).
Lo cierto es que durante todos estos meses, junto al IVA del gas y la luz, los populares también han puesto la mirada sobre el Impuesto Especial de los Hidrocarburos, la otra gran pata fiscal del sistema energético. Este impuesto supone en torno al 30% del coste de llenar un depósito de coche de diésel o gasolina. El PP pide una reducción al mínimo de este impuesto para aliviar el bolsillo de los ciudadanos a la hora de repostar, pero tampoco ha conseguido el «sí» del Gobierno, por ahora: hasta julio, el Estado había recaudado casi 600 millones de euros más que durante el mismo periodo de 2021 por este impuesto (un 17% más).
Habrá que ver si finalmente también la acaba abrazando, aunque se antoja algo más difícil porque el precio de los hidrocarburos sí ha iniciado un descenso desde junio y desde abril se ha puesto en marcha una bonificación de 20 céntimos por litro. De hecho, desde las filas socialistas siempre se ha alegado que es un impuesto que en España «está muy por debajo de la media europea».
En cualquier caso, la rebaja del IVA del gas también podría interpretarse como un guiño hacia los populares en un momento en que las relaciones atraviesan un muy mal momento. El Gobierno está preparando el nuevo plan energético para aplicar a partir de septiembre y tratar de ahorrar todavía más gas y necesita el máximo número de apoyos y proyectar una imagen de intento de consenso tras la unilateralidad mostrada en el decreto de agosto. Ese decreto se convalidó en el Congreso por un estrecho margen de votos porque generó inicialmente un rechazo prácticamente unánime en todo el arco parlamentario.
Otra de las grandes medidas que viene pidiendo el PP desde el primer momento es la deflactación del IRPF para las rentas bajas y medias: es decir, ajustar las tarifas a la inflación. Sin embargo, el Gobierno también se opone de plano mientras la hucha de Hacienda se engrosa abundantemente.
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