Irak

«Ahora mismo, la misión en Irak es segura; dentro de diez segundos, no»

Entrevista / El teniente coronel Del Castillo dirigió durante cinco meses al II Equipo de Entrenadores de Operaciones Especiales en Irak (SOTG II)

Del Castillo, a la derecha de espaldas, durante la instrucción a los soldados iraquíes
Del Castillo, a la derecha de espaldas, durante la instrucción a los soldados iraquíeslarazon

Entrevista al teniente coronel Del Castillo, que ha dirigido durante cinco meses al II Equipo de Entrenadores de Operaciones Especiales en Irak (SOTG II)

–¿Cómo vivió el despliegue?

–Con orgullo y responsabilidad. Orgullo de poder mandar esta unidad y ver la formación y preparación del personal que he tenido bajo mis órdenes. Y sobre todo, ver que estamos a un nivel de instrucción muy parecido o incluso superior al de muchas unidades de Operaciones Especiales de otros países integradas en la Coalición Internacional contra el Estado Islámico. Y responsabilidad desde el punto de vista de representación de España, por poder llevar a cabo los compromisos adquiridos.

–¿A qué unidades entrenaban?

–Hemos tenido la suerte de poder trabajar con tres tipos diferentes de soldados o policías: con el Servicio Contraterrorista, que ha sido casi el foco principal de nuestra actividad en Bagdad; con la unidad de Respuesta de Emergencia de la Policía Federal (ERD) y con las unidades especiales del Ejército.

–¿Cómo son los alumnos?

–Es gente que tiene ganas de aprender, de defender a su país y de irse al frente lo antes posible para luchar por su país. En las tres unidades han demostrado lo mismo. El problema parte de una inexistente o mala preparación en algunos casos y en otros, de unos vicios adquiridos en el frente. Al tener una mala instrucción se les ha llevado al frente y volvían con unos vicios que nos ha costado muchísimo poder quitar.

–¿Por ejemplo?

–El tiro por encima del hombro , sin apuntar. En todas las películas vemos a uno que coge el fusil y tira por encima sin apuntar y gasta todo el cargador. Hay que demostrarles como ser eficaces en el consumo de la munición. Hacer ruido asusta, pero no ayuda en el combate.

–¿Cómo era el día a día?

–Dependía del calor. A veces empezábamos a las 5:00 y acabábamos a las 22:00. Hacíamos un programa hora a hora, día a día, desde una instrucción de lo más básica a la más compleja en todas las áreas. Desde tiro a combate en población, que ha sido un foco fundamental, porque dónde iban a combatir era en Ramadi. También instrucción de movimiento en zona urbana y, sobre todo, lo que nos demandaban ellos como principal problema: instrucción contra artefactos explosivos improvisados (IED) y de paramédico. El programa se empezaba desde lo básico y después, a los alumnos que seleccionábamos, les dábamos una más avanzada porque tenían cualidades, como cursos de tiradores de precisión, de paramédicos...

–¿Qué carencias tienen?

–La principal, esa mala o inexistente instrucción, aunque no en todos los servicios. En contraterrorismo sí que tienen una instrucción buena, pero han tenido un crecimiento muy fuerte en número y necesitan instruir a todo su personal. El nivel intermedio de cuadros de mando, el de suboficial, es inexistente en las tres unidades. Y hace falta formación avanzada a los cuadros de mando.

–¿Tienen un material adecuado?

–Se están realizando programas de equipación por parte de EE UU y se les da material que les permite desarrollar sus cometidos.

–¿Es una misión segura?

–Tan segura como lo es estar en Bagdad. El aeropuerto ha sido un centro donde ha habido, hay y habrá una serie de amenazas, de las que unas se materializan y otras no. Principalmente hay dos: una es el fuego indirecto y otra es el «green on blue» (ataques de los propios alumnos). ¿La misión es segura? Ahora mismo, sí; dentro de diez segundos, no. Son dos amenazas que no puedes controlar.

–¿Hay preocupación?

–Pasas de no tener miedo a que ha pasado; de 0 a 100 en un segundo.

–¿Cómo se protegen?

–Primero, con una selección adecuada del personal en la que se incluyen filtros de seguridad. Segundo, mediante un conocimiento de la idiosincrasia de los adiestrados para anticiparse a una agresión y, por ultimo, adoptando de modo permanente un dispositivo que asegura capacidad de reacción.

–¿Han tenido algún susto?

–No, ninguno.

–Algunos de los instruidos participaron en la recuperación de Ramadi, ¿qué siente?

–Sabíamos que combatían en Ramadi las unidades del Servicio Contraterrorista y de ERD que instruimos, y hemos seguido su progresión durante los meses que ha durado y dura esta acción. Es una satisfacción por la instrucción dada, que vemos ha sido eficaz.

–Cuando regresan del frente, ¿les piden otro tipo de instrucción?

–Es más las lecciones aprendidas que se sacan de la actividad en el frente. Por ejemplo, el tema contra IED es uno de los que nos requieren por la situación en la que está el frente, lleno de IED y de «booby traps» (trampas caza bobos). Nos decían sus requerimientos y los transformábamos en programas de instrucción. Hacer que vivan situaciones parecidas a las que va a encontrar les hace ser más eficaces y garantizar su supervivencia.

– ¿Cree que esta aportación española es suficiente?

– Creo que es acorde a las posibilidades de instrucción, aunque hay picos en los que haría falta más personal y otros no. Y es adecuada a la proporcionada por otros países de la Coalición que tienen fuerzas similares a las nuestras.

–¿Necesitan ayuda a la hora de planificar sus operaciones?

–En la Coalición ningún país realiza el acompañamiento. Los iraquíes tienen orgullo y dicen que son ellos los que están realizando la conquista de Ramadi, aunque sí que es verdad que algunos países realizan tareas de asesoramiento al desarrollo de las operaciones. Y es fundamental, porque están integrando no sólo la actividad de las unidades, sino también las actividades de apoyo aéreo de la Coalición o iraquí para el avance de las unidades.

–¿Qué más se puede trabajar?

–El hacer que los instructores iraquíes sean realmente profesionales en su labor. Elevar su instrucción básica y su labor de lo que tienen que instruir para que puedan asumir las riendas de la instrucción. Un «Train the Trainers» (formación de formadores), que es que uno lo hace y el otro lo repite. El curso lo doy yo, el siguiente estás a mi lado, el siguiente lo das tú y yo estoy al lado, y el siguiente lo das sólo tú.

–¿Se sienten útiles los iraquíes?

–Ellos ven que están en el frente, que son eficaces, que están teniendo resultados y que el frente se ha movido gracias a su actividad, por lo que se ven como eficaces y se crea un gran espíritu de Cuerpo.

–¿Se logrará frenar al EI?

–A este conflicto, por desgracia, le queda mucho tiempo, desde mi apreciación. ¿Con nuestra aportación se puede acortar? Sí, pero no es algo de hoy para mañana. La Coalición estima meses o años.

–¿Cuál es su balance de sus la misión? ¿Repetiría?

–Sí. Es una misión muy positiva. Primero, por demostrar la formación y capacidad de nuestras unidades. Y segundo, por el trabajo desarrollado con los iraquíes con los resultados del frente.