«Al PSOE-A no lo pone de rodillas nadie»

Susana Díaz obvia la «geometría variable», en palabras de Adriana Lastra, de su partido en el Congreso y se aferra al cargo. «Al PSOE-A no lo pone de rodillas nadie», señaló ante el Comité Director para anunciar que se presentará a la investidura a pesar de no contar con el apoyo de ningún grupo y, como mucho, con la abstención de Adelante Andalucía. Díaz insistió en que las fuerzas de izquierdas suman más escaños que «las derechas» al negarse a considerar los votos de Vox, que contó con más de 400.000 sufragios el 2 diciembre, alcanzando 12 escaños. «No voy a dejar de reconocer que fue una noche triste. No se ganó de la manera que nos habría gustado». Ahí murió toda la autocrítica de la que es capaz Díaz. El resto del discurso fue una declinación de la primera persona de los pronombres personales. «Se volvió a ganar y es algo que no se corresponde con la realidad de otros territorios de España». La pírrica victoria «se debió a errores propios y otras circunstancias en clave nacional». Las claves de la pérdida de votos: «No se ha recuperado la agenda social a la velocidad que esperaban los ciudadanos», «el ruido al que han sometido los servicios públicos», la abstención, «la política nacional» (Cataluña) y hasta Chaves y Griñán «en el banquillo» por los ERE. Con todo, se definió «orgullosa».