Albert Rivera: «Hoy en Cataluña se juzga a la gente por el periódico que lee»

La primera edición (4.500 ejemplares) de «Juntos podemos» –el nuevo libro de Albert Rivera, presidente de Ciudadanos– ha durado apenas unas horas en las librerías de toda España. Ya está a la venta la segunda edición. El martes, día de su lanzamiento, fue además líder en Kindle y en Amazon.es.

–¿Cuál es el hilo conductor de «Juntos podemos»?

–El hilo conductor desde el primer capitulo hasta el último de «Juntos podemos» es la movilización: no vale quedarse en casa, no vale indignarse sin propuestas. Además, esta propuesta de la editorial Espasa me ha parecido una buena manera de plasmar dos cosas. Por un lado nuestras ideas y propuestas y por otro ese bagaje de 7 años intensos en política desde muy joven: anécdotas, reuniones y revelar sensaciones que he tenido en este tiempo. No es ni una biografía ni un proyecto político sino un intento de plantear una serie de cambios. Empecé en septiembre y lo entregué en enero. A los españoles nos han vendido la historia de que no se pueden cambiar las cosas, de que esto es así, de que hay dos grandes partidos y de que el nacionalismo no tiene remedio.

–¿Cuántos años de vida le quedan al bipartidismo en España?

–Muy pocos. Yo creo que en las siguientes elecciones se va a ver un cambio importante. Estas europeas pueden ser un primer momento. Yo no creo que España se convierta en otra Italia, ingobernable con multitud de partidos. La situación española es más estable. Puede haber un espacio para cuatro, cinco, incluso seis partidos nacionales y luego los regionalistas o nacionalistas, que siempre han tenido su papel. Esa ruptura del bipartidismo también puede ayudar a que los nacionalismos no jueguen el papel determinante que han jugado hasta ahora.

–¿Es Rosa Díez la única razón por la que no pactáis con UPyD?

–Es evidente que la que tiene en su mano cambiar esa situación es Rosa Díez. Fernando Sabater, en el último congreso que hizo UPyD, recomendaba y pedía que se cambiara esa actitud. Sus votantes en las encuestas dicen que quieren sumar con Ciudadanos. La persona que no ve esa suma es Rosa Díez. Evidentemente yo no entro en las decisiones de su partido. Hay mucha gente de UPyD que me escribe, que me llama, que me habla: «¡Tenemos que hacer algo!».

–Un amigo catalán me dice que decir que eres español en Cataluña es de derechas y pedir la hora en castellano, de fachas. ¿Es reversible esta situación después de 30 años de TV y educación nacionalista?

–Es reversible pero no es fácil. El nacionalismo ha creado una Cataluña de buenos y malos. Artur Mas quería hacer incluso un registro con buenos y malos. Es nefasto cuando una democracia deja de organizarse en ideologías plurales y lo hace en bandos: es entonces cuando la democracia desaparece. Va a ser difícil pero se puede conseguir. Por ejemplo haciendo que la alta inspección del Estado funcione aún con las competencias de educación transferidas a la Generalitat: que se inspeccionen los libros de texto. Aqui también es la responsabilidad del Gobierno de España. Unos hacen, pero los otros dejan hacer. Han sido socios durante muchos años: PSOE de CiU y Esquerra, y PP de CiU. Pujol lo hizo muy bien: Cataluña es mia y la Moncloa es tuya. Tu amigo tiene razón. Hoy en Cataluña se juzga a la gente incluso por el periódico que lee.

–Muchos basan sus argumentos contra la consulta en que es anticonstitucional. ¿Es el único argumento?

– No es único argumento. El líder del Partido Liberal de Cánada que se oponía a la secesión del Quebec, hizo unas declaraciones que me parecieron fantásticas. Decía que el planteamiento de levantar fronteras entre compratiotas es inmoral. A mí también el planteamiento de levantar fronteras entre compatriotas me parece inmoral. Lo digo así abiertamente. La solidaridad, la unión, la libertad y la ligualdad son valores positivos. Y el egoísmo, la xenofobia, el enfrentamiento y el conflicto son valores negativos. No quiero que mi hija viva en un país donde la principal reivindicación de éste país sea separarse de sus compatriotas.

–¿Qué le aconsejaría a Rajoy de cara a la ofensiva separatista de Mas?

–El Gobierno debería hacer más pedagogía. Yo escucho cada día el «España nos roba» y no hay una oposición intelectual con datos a eso. Los problemas no se solucionan dejándolos encima de la mesa. Si hay un problema, hay que solucionarlo. Mariano Rajoy tiene que dejarse apoyar y buscar alianzas que muestren que la inmensa mayoría de españoles queremos vivir juntos. Esto merece un pacto nacional que el Jefe de Estado pueda de alguna manera sellar. Es importante que en estos momentos de crisis se sepa que no es Rajoy contra Mas, sino la mayoría de españoles contra un proceso secesionista que se quiere saltar las leyes.