Bajar impuestos

Si atendemos al consenso de todos los analistas, incluidas las previsiones del propio Gobierno, 2018 será un peor año económicamente hablando que 2017. Mientras que el PIB de 2017 se ha expandido a una tasa cercana al 3,1%, se espera que en 2018 crezcamos entre el 2,3% y el 2,5%. De ser así, consolidaríamos la tendencia de desaceleración que venimos experimentando desde 2015: entonces crecimos un 3,4%; en 2016, un 3,3%; y en 2017, el ya mentado 3,1%. En esta ocasión, empero, el pronóstico es que sufriremos un frenazo mucho más brusco que en ejercicios anteriores, lo que podría llegar a poner en riesgo el rápido ritmo de creación de empleo de los últimos cuatro años. Ahora bien, frente a este poco halagüeño vaticinio, aportemos dos notas de optimismo. La primera es que todos los analistas, incluido el propio Gobierno, han subestimado año tras año el potencial de la economía española: su pinchazo se auguró tanto en 2016 como en 2017, y ambos casos se equivocaron, pues nos expandimos por encima del 3%. Segundo, tenemos al alcance de nuestra mano impulsar el crecimiento: sólo necesitamos liberalizar la economía y bajar enérgicamente los impuestos. Sin excusas: hagámoslo ya.