Barcelona
Batet: La “relatora” de Cataluña
Del ala catalanista del PSC, Meritxell Batet (Barcelona, 1973) se ha convertido en una de las mejores armas que dispone Pedro Sánchez para dar muestras de su firme voluntad de diálogo con el independentismo
Del ala catalanista del PSC, Meritxell Batet (Barcelona, 1973) se ha convertido en una de las mejores armas que dispone Pedro Sánchez para dar muestras de su firme voluntad de diálogo con el independentismo.
Del ala catalanista del PSC, Meritxell Batet (Barcelona, 1973) se ha convertido en uno de los mejores argumentos que dispone Pedro Sánchez para dar muestras de su firme voluntad de diálogo con el independentismo. En ella pensó para el Ministerio de Política Territorial, y ahora lo hace para presidir el Congreso. De talante dialogante, con mucha capacidad para resistir en los momentos de tensión y estricta con el cumplimiento de la Ley, según la definen quienes la conocen, Batet asumirá la dirección de la cámara baja en una legislatura que se prevé agitada, donde deberá contender con el independentismo y la irrupción de VOX.
De entrada, si el martes sale escogida presidenta del Congreso, deberá afrontar su primer reto: los presos separatistas. Como precedente tiene el Parlament, donde su presidente, Roger Torrent, se convirtió en el blanco de los ataques de JxCat después de asumir el auto del juez Llarena y dejar de contabilizar los votos de los tres diputados de JxCat suspendidos.
Si bien, Batet también ha adquirido bagaje para poder manejarse en estas circunstancias. Lleva como diputada en el hemiciclo desde 2004, cuando el entonces candidato del PSC por Barcelona, José Montilla, la incluyó en su lista. Desde entonces, por tanto, ha hecho vida política en Madrid: ha estado casada con el ex diputado del PP, José Maria Lasalle, con quien ha tenido dos hijos.
En 2014, aunque Batet se situara del lado de Eduardo Madina en el primer proceso de primarias que encumbró a Sánchez a la secretaría general del PSOE, eso no le ha impedido convertirse posteriormente en una de las personas de confianza del presidente del Gobierno. De hecho le fio el Ministerio de Política Territorial, cartera indispensable para afrontar el principal reto que Sánchez tenía por delante: la crisis catalana. Si bien, su papel en toda la «operación distensión» ha ido diluyéndose en la medida en que la vicepresidenta, Carmen Calvo, asumía más protagonismo.
Antes de saborear las mieles del Gobierno, Batet ha tenido que remar contra algunas circunstancias. La primera de ellas, un desahucio, cuando vivía con su madre. Después, gracias a becas, se licenció en Derecho en la Universidad Pompeu Fabra en 1995. En paralelo, trabajaba como camarera en distintos locales. Al terminar sus estudios universitarios, tuvo un breve paso por la docencia como profesora de derecho constitucional, cualidad que destacan en su entorno para lidiar con la crisis territorial. Poco después, abrazó el PSC –partido al que, sin embargo, no se afilia hasta 2008–, donde trabajó con Narcis Serra.
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