Elecciones generales
Bronca del sector andaluz a Sánchez por el fichaje de la ex diputada de UPyD
Critican en la Ejecutiva el fondo y las formas de su incorporación a la lista por Madrid.
Lejos de dar carpetazo al asunto, ayer el sector andaluz volvió a dejar patente su malestar por el fichaje de Irene Lozano en la reunión de la Comisión Permanente de Ferraz. El objetivo del encuentro no era otro que aprobar el Programa Marco que recoge las líneas básicas de la oferta electoral con la que el PSOE concurrirá a las generales, pero los delegados de Susana Díaz en Madrid aprovecharon la presencia de la Ejecutiva en pleno y del secretario general, Pedro Sánchez, para exponer los motivos de su disgusto. Los mismos que les llevaron a abandonar el pasado jueves la votación en la Comisión Federal de Listas y que les tentaron de hacer lo propio en el Comité Federal del sábado.
La presidenta del PSOE, Micaela Navarro, fue la encargada de llevar el peso de la crítica al líder del partido, que intentó sin éxito centrar el debate en el programa electoral. Desde el reconocimiento de la legitimidad del secretario general para configurar las listas, para los andaluces la principal afrenta del fichaje de Lozano no reside en su persona sino en las formas en las que se ha desarrollado. Critican que se les haya mantenido totalmente al margen y más aún que hayan tenido que conocer los planes del partido del que forman parte a través de los medios de comunicación. A esta «sorpresa» hay que añadir las descalificaciones hacia Andalucía que la ex diputada magenta ha vertido durante los últimos años y que colocan a los de Susana Díaz en una posición comprometida, que no quieren asumir, de cierre de filas en torno a Lozano.
El encargado de zanjar el tema, como suele ser habitual cuando algún asunto espinoso irrumpe en las reuniones de la Ejecutiva, fue el secretario de Organización, César Luena, que volvió a defender el privilegio que supone para el partido contar con la incorporación de «independientes» a sus filas. Una actitud que contrasta con lo que ocurre en el PP «donde sus diputados dimiten o se avergüenzan del partido», como señaló el líder del PSOE el pasado domingo en la apertura de la precampaña.
La incorporación de Irene Lozano a la lista del PSOE por Madrid amenaza con romper la «paz» firmada por Ferraz y San Telmo de cara a las generales, para evitar que la imagen de fractura interna pueda perjudicarles en las urnas. No obstante, a pesar de guardar las apariencias, ambas federaciones han realizado los movimientos pertinentes en las listas para colocar a personas de su confianza en puestos de relevancia que les permitan conseguir sus objetivos si el 20 de diciembre el PSOE no alcanza La Moncloa. El de Sánchez: lograr un grupo parlamentario lo suficientemente leal como para evitar que le remuevan de la dirección del partido si el PSOE no gana los comicios. El de Díaz: mantener a sus candidatos afines cerca de la dirección federal para facilitar su salto a la arena nacional.
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