Ministerio de Defensa
Cantera pidió volver a la misma base en la que se le acosaba
Pese a que los abusos se produjeron entre 2008 y 2009, solicitó el mismo destino en 2010, 57 días antes de denunciar
Después de años denunciando acoso sexual y laboral en el Ejército, la guerra de la comandante Zaida Cantera llega a su fin. Fue el miércoles cuando la subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez Alcahud, firmó el documento que certifica su baja definitiva de las Fuerzas Armadas, una vez confirmada por el Tribunal Médico y por la Asesoría jurídica del Ministerio de Defensa. A la ya ex militar (será oficial una vez se publique en el BOE), que solicitó la baja en julio del pasado año, se le ha concedido por «insuficiencia de condiciones psicofísicas motivada por acto de servicio», por lo que cobrará la pensión máxima por ley, unos 2.560 euros al mes. Un subsidio este que, además, no es incompatible con el desempeño de otras funciones, por lo que podrá seguir trabajando, eso sí, fuera del ámbito castrense.
Pero hasta llegar a este punto, la historia de Cantera, que era capitán cuando denunció acoso sexual por parte de un superior, ha estado marcada por la polémica y por actuaciones suyas cuanto menos llamativas, entre ellas su decisión, en mayo de 2010, de solicitar destino en la misma base en la que, aseguraba, sufría acoso entre los años 2008 y 2009. Un mes y 26 días después denunciaría a uno de los mandos, el entonces teniente coronel Isidro José Lezcano-Mújica.
Su historia arranca el 27 de septiembre de 2006, cuando llega al Regimiento de Transmisiones 21 en Marines (Valencia), donde estaba destinada en vacante de capitán sin exigencia de título. Hasta abril de 2008 todo parecía normal, pero fue entonces cuando se produjeron una serie de episodios de acoso por parte de Lezcano-Mújica, que no era jefe directo suyo, sino de otra unidad. Estos hechos se prolongarían, según confirmaría posteriormente la Justicia, hasta junio de 2009. Un mes después, la entonces capitán finalizó un curso de Transmisiones, Telecomunicaciones y Guerra Electrónica.
Pasó el tiempo y las funciones de Cantera llegaron a su fin en dicha unidad, aunque el 3 de mayo de 2010 salieron publicadas dos vacantes en el mismo Regimiento (en el que había sufrido el acoso) y, tal y como ha podido saber este periódico, solicitó una de ellas, pues se exigía el mismo curso que había hecho. Sin embargo, se le denegó a principios de junio porque había dos capitanes con mejor calificación y porque Cantera había solicitado realizar un curso avanzado de Inteligencia y Seguridad, por lo que estaría fuera de destino entre septiembre y diciembre de ese año.
Apenas dos semanas después la capitán presenta una denuncia ante el Juzgado Togado Militar Central nº2 contra Lezcano-Mújica por trato degradante y maltrato de obra contra un subordinado (el acoso sexual no estaba tipificado en el Código Penal Militar). Por ello, el 8 de marzo de 2012, el teniente coronel sería condenado a dos años y 10 meses de prisión.
Su historia sigue y el 23 de septiembre de 2010 se incorpora al Regimiento de Transmisiones 32 de Dos Hermanas (Sevilla), en vacante de capitán con exigencia el título de Transmisiones, Telecomunicaciones y Guerra Electrónica. La capitán se integró con normalidad e incluso fue felicitada por el coronel del Regimiento, pero llegó 2012 y la solicitud del permiso de vacaciones de verano. Quería acudir a una boda en Grecia y a una serie de actos posteriores, por lo que pidió –el 21 de mayo– un permiso para ausentarse entre el 27 de julio y el 16 de agosto de 2012. Su petición fue desestimada por la comandante de su unidad por razones de servicio «debidamente justificadas». Lo volvió a intentar el 6 de junio, pero se encontró con la misma respuesta, lo que, según las fuentes consultadas, le provocó una crisis de angustia, causando baja desde el 11 de julio hasta el 27 de agosto. Pero estando en esta situación, el 31 de julio se desplaza, sin comunicarlo a su superior, hasta Zaragoza para realizar el curso de ascenso a comandante, lo que provoca que el coronel Villanueva dé parte por presunta falta grave al enterarse.
Su periplo continúa y el 29 de agosto de 2012 es destinada con carácter voluntario al Cuartel General del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) en Madrid, a una vacante de libre designación y, pese a estar alejada del Regimiento sevillano, el 9 de septiembre presenta parte contra tres de sus ex superiores por, entre otros motivos, el derecho a vacaciones o el trato incorrecto en las bajas médicas. Todos fueron desestimados
Seguía con su curso de comandante en Zaragoza, pero causó baja el 30 de octubre por tener más de un 15% de ausencias. Solicitó, entre otros, que anulase su baja y un cambio de tanda para realizar el curso en el periodo en el que lo hacen los militares en el exterior, lo que se le deniega al no ser legalmente posible. Finalmente, lo vuelve a realizar entre septiembre y diciembre de 2013.
Pero ella interpuso, por todo ello, una querella contra un general, dos coroneles y un teniente coronel por abuso de autoridad, deslealtad, falsedad documental y falso testimonio, siendo todas archivaddas en marzo del pasado año. Y, varios meses después, el 14 de julio, solicitó la incoación de un expediente de insuficiencia de condiciones psicofísicas, el cual ha aceptado y pone fin a su carrera militar.
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