El desafío independentista
CiU y ERC se reunirán la semana que viene para atar la consulta
Mas rinde cuentas a Junqueras y le informa de la composición de su Gobierno antes de difundirlo
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, era ayer un hombre satisfecho. Antes de que el Departamento de Presidencia difundiera a las 11 horas los nuevos miembros del Gobierno de Cataluña, Junqueras recibió la llamada de Artur Mas para ser informado de la composición del Consejo Ejecutivo, caracterizado por la presencia de destacados partidarios de la independencia como Francesc Homs, Germà Gordó y Felip Puig, todos ellos del agrado de Esquerra en el sentido soberanista.
Junqueras no tardó en felicitarse por la composición del nuevo Gobierno: «Estamos seguros de que éste puede ser un Govern que esté a la altura de los nuevos retos que tiene planteados Cataluña, lo celebramos y nuestra obligación será intentar ofrecer estabilidad para que se puedan asumir los grandes retos». Aunque el líder de Esquerra negó haber influido en la designación de los consejeros, lo cierto es que Mas ha tenido muy en cuenta a los republicanos para no herir sus sensibilidades. La semana que viene, comenzarán las reuniones entre CiU y ERC para hacer el seguimiento de la acción del Govern y para iniciar el desarrollo de los acuerdos que han firmado.
Mas estuvo hasta ayer por la mañana perfilando la composición de su Gobierno. Al final no hubo grandes sorpresas, puesto que se preveía continuidad y hasta siete consejeros seguirán en el Consejo Ejecutivo. El nuevo ejecutivo gana un nuevo departamento (de once a doce), aunque los nacionalistas subrayaron que no se incrementa el número de consejeros (que siguen siendo once). Así trataron de neutralizar las previsibles críticas por una maniobra contraria al principio sagrado de austeridad que rige estos tiempos de la política.
Aunque la continuidad es muy notable, Mas ha introducido movimientos muy significativos, siempre guiándose por un principio, el de rodearse de sus files. Dos de ellos tienen nombre y apellidos: Francesc Homs y Germà Gordó. Ambos se pueden definir como la mano derecha y la mano izquierda del presidente de la Generalitat y ahora asumirán un papel más destacado.
El peso pesado
Homs se convertirá en titular de Presidencia –área que englobará los Asuntos Exteriores, primordiales en la legislatura de la autodeterminación– y, además, seguirá siendo portavoz. El análisis fue unánime: Homs se ha convertido en el peso pesado del Gobierno catalán y, entre otras misiones, asumirá una interlocución Esquerra. Es previsible que su departamento choque con el de Vicepresidencia, puesto que Joana Ortega debería ser en un principio la número dos, pero queda debilitada por la emergencia de Homs.
En un principio –así lo difundió la Generalitat– la consejería de Homs iba a denominarse Departamento de Presidencia y Asuntos Exteriores. El decreto al efecto no incluyó esta segunda área y, luego, el propio Homs explicó que quizá se introduzca algún cambio en el futuro, pero lo importante, subrayó, es que «el nombre no hace la cosa». «Las relaciones exteriores están incorporadas al Departamento de Presidencia», recordó.
El círculo de confianza
El otro hombre destacado del nuevo Gobierno es Germà Gordó, que asumirá el Departamento de Justicia, el cual va a cobrar una gran importancia porque está muy relacionado con el desafío que supone la consulta de autodeterminación. Mas está empeñado en hallar algún tipo de cobertura legal para la consulta y es muy difícil que la encuentre sin dar la batalla en los tribunales. Gordó asumirá este rol.
Homs y Gordó son los dos nuevos consejeros más destacados de un total de cinco. El otro más relevante es Ramon Espadaler, de Unió Democràtica, que asume Interior. Los otros dos son Santi Vila (Territorio y Sostenibilidad) y Neus Munté (Bienestar Social). Se trata de dos figuras que Mas ha colocado para expresar cierto giro a la izquierda para complacer a ERC, aunque la verdad es que el giro es prácticamente imperceptible porque los consejeros que protagonizaron los dos primeros años de gobierno de Mas siguen en su lugar.
El más relevante en este sentido es Andreu Mas-Colell, que seguirá siendo el titular de Economía. Nuevamente, por tanto, asumirá la ingrata tarea de redactar unas cuentas restrictivas. Los otros consejeros asociados a los drásticos recortes de la Generalitat continuarán en su puesto: Boi Ruiz (Salud) e Irene Rigau (Enseñanza). Mas no ha hallado un recambio mejor para dos consejerías que van a continuar acumulando protestas porque el recorte del año que viene va a ser muy siginificativo.
El discurso de Mas
Por la tarde, Mas presidió la toma de posesión de los consejeros y se esforzó, sobre todo, en aparcar aquello del «gobierno de los mejores», que le persiguió durante sus dos años a cada error que se cometía. «Éste debe ser un Gobierno de diálogo permanente, de palabras, no de ruidos ni de chillidos, de llegar a acuerdos y de pactar tanto dentro como fuera de Cataluña», pidió el presidente a sus consejeros.
El presidente catalán, que asegura que no va a temblar a la hora de plantar cara al Gobierno, dijo que, en todo caso, es «necesario el diálogo institucional del Govern con el Estado español». Y añadió, en este sentido, que la «distancia» que existe en estos momentos no lo puede bloquear. Por último, afirmó que su gobierno será transparente, eficaz y sensible.
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