Cs pide ahora presidir el Parlament tras rehuir el intento de investidura

El partido naranja ha iniciado contactos con todas las fuerzas de la cámara catalana.

C’s no está dispuesto a dilapidar la victoria del 21-D. El partido naranja quiere aprovechar sus buenos resultados para impulsarse a nivel nacional y ello pasa por no desgastarse durante los albores de la nueva legislatura en Cataluña, que va a tener como principal caballo de batalla el proceso de investidura y va a congregar toda la atención mediática. En este sentido, C’s quiere evitar proyectar la perniciosa imagen de una investidura frustrada y no pretende iniciar movimientos en esa dirección, si bien, sí que va a intentar quedarse con la presidencia del Parlament.

Así lo anunció ayer el número dos de Cs en Cataluña, Carlos Carrizosa, quien reclamó ese cargo para su partido si Inés Arrimadas no puede ser presidenta de la Generalitat. «Por simbolismo democrático», según explicó Carrizosa en Catalunya Ràdio, le correspondería a C’s porque el Parlament es el «órgano de control al Govern» y C’s «es el líder de la oposición y partido más votado». Para materializar esta operación, poco factible aunque escasamente nociva para las siglas naranjas, el partido ha iniciado una ronda de contactos, sin entrar a negociar, con todos los partidos, independentistas y constitucionalistas, y por el momento, tal y como expresó Carrizosa, no se puede extraer ninguna conclusión: «Las sensaciones son neutras, solo se han hecho planteamientos».

En todo caso, como adelantó ayer LA RAZÓN, el líder de los «comunes», Xavier Domènech, se podría convertir en el elegido de los independentistas si, como todo apunta, Carme Forcadell rehúsa repetir en el cargo. De esta manera, las fuerzas separatistas atraerían a los «comunes» y evitarían que C’s se hiciera con el cargo, ya que si no regresan los cinco diputados electos de ERC y JxCat fugados en Bélgica, el bloque C’s, PSC, PP y «comunes» sumarían 65 escaños, igualando a ERC, JxCat y la CUP, y facilitaría que un diputado naranja se erigiera en el presidente de la cámara –si se realizan cuatro votaciones y terminan todas en empate, se lo adjudicaría el representante de la formación más votada, que sería C’s–. No obstante, Carrizosa no puso ningún nombre encima de la mesa, aunque quien más números tendría es José María Espejo-Saavedra, que ya fue vicepresidente primero de la cámara la legislatura pasada.

Los naranjas, en cambio, donde siguen cerrados en banda es en el impulso de un Govern. Carrizosa se dedicó ayer a insistir en que ahora toca esperar a ver qué pasa con los independentistas y a repeler todas las presiones que ha recibido el partido estos días de parte del mundo empresarial y PP y PSOE. Sobre los empresarios, se mostró comprensivo y lo atribuyó a la «angustia» por la inestabilidad que ha generado el «procés». Sin embargo, contra el PP y el PSOE pasó al contraataque y les responsabilizó de no poder formar un gobierno ya que no hicieron su trabajo durante las elecciones. «No tenemos escaños suficientes porque el PP se hundió y el PSC no creció, aseveró, tras avanzar que impugnarán cualquier intento de investidura telemática.

Estas palabras no obstaron al vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, que pidió a C’s que dé un paso y lidere la «oportunidad» de formar un Govern que genera la situación procesal de los líderes separatistas. También el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, exigió alguna maniobra a C’s. «Quien ha conseguido ser la fuerza más votada lleva incorporado también una responsabilidad y les exige tener algún tipo de iniciativa política pero no ninguna, como está siendo hasta ahora», dijo ayer, algo parecido a Miquel Iceta, que aseguró que C’s «no es el cambio por su falta de iniciativa». .