Historia

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Covadonga, 8 de septiembre

Estatua de Don Pelayo en el santuario de Covadonga
Estatua de Don Pelayo en el santuario de Covadongalarazon

Este verano conocimos la visita de Mel Gibson y su familia al norte de España. De su estancia en Asturias y su visita a Covadonga, me atrajeron en particular estas declaraciones : «Me interesa mucho la figura de Don Pelayo porque unió a los suyos; contamos muchas historias sobre leyendas y cosas que no son ciertas y lo que él hizo sí fue un hecho histórico». Que el genial actor, director y productor de películas como «Braveheart» y «La Pasión de Cristo» contemple la posibilidad de una sobre Don Pelayo, resulta esperanzador.

Ya hemos comentado que la auténtica Historia de España es la gran desconocida, y que la leyenda negra –a la que ahora sumamos «la leyenda amarilla» (en tres días el independentismo volverá a la carga)– ha desfigurado nuestra identidad histórica como nación, hasta hacerla irreconocible. Sabemos que los anti españoles más genuinos son compatriotas que reniegan de ella por odio provocado por la ignorancia, y que es frecuente que deban venir de fuera para que valoremos nuestras más grandes epopeyas.

Don Pelayo no es una leyenda, es un personaje real, estudiado por numerosos historiadores –Julián Marías, Sánchez Albornoz, Menéndez Pidal...–, el iniciador de la Reconquista con su victoria en la Batalla de Covadonga (722). Una gesta vinculada a la conformación de nuestra identidad como nación. Por ello los asturianos proclaman orgullosos: «Asturias es España y, el resto, tierra conquistada».

¡Bienvenido, Mr. Gibson!