Ciudadanos
¿De bisagra a presidente?
Ciudadanos busca gobernar o entrar en ejecutivos de cara a 2019: ya no apoyará a la lista más votada, sino al partido que acepte su programa. Se centra en fichajes potentes para conquistar las grandes plazas que se le resistieron en 2015
Ciudadanos busca gobernar o entrar en ejecutivos de cara a 2019: ya no apoyará a la lista más votada, sino al partido que acepte su programa. Se centra en fichajes potentes para conquistar las grandes plazas que se le resistieron en 2015.
Ciudadanos ha reunido durante dos días a más de un centenar de cargos del partido en El Escorial de Madrid para conseguir armar su estructura territorial y así fijar la estrategia que les lleve a entrar en gobiernos municipales y autonómicos en 2019. La formación naranja que lidera Albert Rivera busca desprenderse de la etiqueta de «partido bisagra» y, como ya aprobó en sus últimos estatutos, esta vez sale con la idea de gobernar o entrar en gobiernos. Para ello está decidido a dejar atrás la idea de apoyar a la lista más votada en caso de que los naranjas no sean la primera fuerza. Ahora la hoja de ruta cambia y su apuesta es pactar con el partido que acepte el mayor número de medidas que lleven en su programa. Ciudadanos se marca como objetivo ir a ganar en las grandes plazas: las capitales de provincia donde no lo hicieron en los pasados comicios –obtuvieron sus peores resultados– y conseguir hacerse con alcaldías. Barcelona, Madrid, Valencia o Alicante son algunas de las ciudades donde salen a por todas. Buscan el «efecto Arrimadas» y lograr contagiar de los buenos resultados que Cs logró en los últimos comicios catalanes con la idea de que arrastre el voto. A la formación naranja le ocurre justo lo contrario que al PP. Los populares tienen una marca desgastada, pero cuentan con barones y una fuerte estructura territorial. Sin embargo, a Cs los sondeos sitúan a la marca como un valor en alza, aunque no cuenta con barones ni una estructura territorial afianzada por lo que se está implementando a fondo para lograr unos buenos cabeza de lista que no le haga pinchar en las expectativas marcadas. Además, en esta ocasión municipales y autonómicas coinciden con las elecciones europeas y eso hace que el electorado repiense su elección y vote en bloque las papeletas de una misma marca, algo que podría también jugar en contra si no cuenta con buenos candidatos.
El viernes el propio Albert Rivera confirmó que había propuesto al ex ministro francés, Manuel Valls que liderará la candidatura por Barcelona. Los naranjas se emplean a fondo en la búsqueda del mejor perfil y también han tanteado a Celestino Corbacho. Unos movimientos que van a continuar según señaló ayer el propio Rivera apuntando a más fichajes de independientes. Otro de sus grandes objetivos sería ganar el área metropolitana de Cataluña.
En Valencia capital, sondeos no publicados indican que la formación naranja podría ser la fuerza más votada. Lo mismo ocurre con Alicante y sin embargo, aún no tienen líder para ello. Esos buenos pronósticos intentarán que sean extrapolables a la comunidad Valenciana donde tendrán que reforzar con un buen líder. Entre los nombres se baraja de nuevo el del valenciano Toni Cantó. Queda por ver cómo se rearma el partido en esta comunidad en la que Carolina Punset y siete cargos del de la formación naranja se enfrentaron a la dirección nacional acusándoles de «veleta» y «marca blanca del PP».
También en Madrid le dan buenas noticias a Ciudadanos de cara a las elecciones. El «caso máster» ha debilitado al PP, y a la espera de sus candidatos y lo que ocurra con Cristina Cifuentes, los naranjas salen reforzados. También les beneficia la pérdida de peso de Podemos. Algunas encuestas vaticinan que incluso podría convertirse en primera fuerza, si no; sería decisivo para entrar en un gobierno. En el ayuntamiento de Madrid Begoña Villacís, a falta del resto de apuestas, parte como una de las opciones favoritas y ganadoras. En Castilla-La Mancha podría volver a gobernar el PSOE de García-Page, pero esta vez con un nuevo socio de gobierno: Ciudadanos. Podemos pierde fuerza y en el ajustado tablero manchego esta vez entraría en juego el disputado voto naranja que podría decantarse por los socialistas.
En Andalucía las encuestas le dan al PSOE de nuevo la mayoría y esta vez los naranjas, que crecerían en número de diputados, podrían entrar en un gobierno. En Murcia los naranjas serán más decisivos que ahora. Crecerán de manera exponencial y se convertirán en el objeto de deseo. También en Castilla y León mejorarían resultados. En el norte, las encuestas dejan a Cs como el partido que se come al PP en Navarra, dejándole en fuera de juego y en el País Vasco podría conseguir escaños a costa del PP que sería el principal damnificado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar