Caso Nóos

Declaración de García Revenga: «El Rey no sabía que yo era tesorero de Nóos»

La Razón
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Carlos García Revenga, asesor de las Infantas, desvinculó a la Casa Real del Instituto Nóos en su declaración ante el juez José Castro y redujo su condición de vocal en la asociación (mientras Iñaki Urdangarín la presidía) a un papel meramente decorativo. Afirmó que nunca hizo nada en su condición de tesorero y que ni siquiera tenía despacho, ni tarjeta de representación, ni teléfono. «Nunca», respondió categórico. Sólo estuvo, recordó, tres veces en la sede de Nóos («a recoger a Don Iñaki»), y recalcó que jamás cobró un euro del Instituto. Se limitó, explicó, a asesorar al duque de Palma en su «aventura empresarial», como él mismo le pidió por «amistad». Nada distinto a lo que hizo, añadió, con Jaime de Marichalar en la Fundación Winterthur, en la que también se integró pues, precisó, al casarse las Infantas se convirtió también en asesor de sus maridos.

Como había hecho antes que él Urdangarín, García Revenga dejó a salvo a la Casa Real de la actividad de Nóos. «¿Sabía S. M. El Rey que usted era el tesorero de Nóos?», le preguntó el juez. «No», contestó el secretario de las Infantas. «¿Sabía que su hija era vocal?», volvió a la carga del magistrado. «No», insistió. «¿Se ha enterado por la prensa?», le preguntó entonces. «No he hablado», se limitó a contestar García Revenga, a quien el fiscal Pedro Horrach llegó a reprochar sus respuestas «totalmente evasivas».

El asesor de las Infantas afirmó que no tuvo conocimiento de que José Manuel Romero, conde de Fontao, instase al duque de Palma a apartarse de Nóos en marzo de 2006. «Desde arriba a usted le puentean», le dice el fiscal, «y usted no se entera». «¿Es así no?», le pregunta. «Sí», admite. Y también precisó que no tenía «ni idea» de la supuesta reunión en Zarzuela entre Urdangarín y su socio y Francisco Camps y Rita Barberá para gestar el primer Valencia Summit. «No recuerdo haber visto en Zarzuela a Diego Torres nunca».

La anécdota se produjo cuando el juez le esgrimió un correo electrónico escrito en inglés. «Pues le puedo decir poco, porque para mi desgracia no sé inglés», confesó García Revenga. «Yo tampoco», reconoció Castro. «Soy un español, que es un hombre que pasa su vida intentando aprender inglés», añadió el asesor de las Infantas. «Ya lo he dejado por imposible», añadió el juez. «Yo casi», contestó el imputado.