Terrorismo yihadista

Defensa reconoce que hay «preocupación» por las células durmientes yihadistas

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, reconoció hoy que las llamadas células durmientes del terrorismo yihadista que están asentadas en España pueden activarse y llegar a hacer “mucho daño”. En este sentido, Morenés dijo que, “sin duda”, la principal preocupación que tienen es el terrorismo yihadista, porque supone una “amenaza cercana y de una intensidad probablemente no conocida hasta ahora”. Y las Fuerzas Armadas tienen que “adaptarse a ese tipo de realidades y amenazas nuevas”, agregó.

En declaraciones a Radio Nacional recogidas por Servimedia, el ministro dijo que el terrorismo islamista ha dado “un salto hacia adelante en la búsqueda de un estado” y ahí radica el objetivo final de las misiones en Mali, Afganistán o Somalia.

La situación, dijo Morenés, se complica por la presencia en territorio nacional de las llamadas células durmientes, así como que Ceuta y Melilla tienen “una componente complejo en su composición social” y allí “se ha dado la creación y la cercanía de determinada población al radicalismo islámico”. No obstante, añadió que “en España y en Europa tenemos una gran preocupación por la activación de posibles células que pueden existir y que pueden hacer muchísimo daño".

El ministro reconoció que la situación se agrava porque ahora muchas de esas células se están trasladando a luchar con el Estado Islámico en Oriente Medio y, cuando regresen, lo harán “entrenados y endurecidos por la guerra”, lo que supondrá que tendrán una “capacidad de destrucción enorme”.

Respecto al envío 300 militares a Iraq, dentro de la coalición internacional, el ministro reconoció que “no ha costado mucho tomar la decisión” de volver a Iraq, tras la participación del Gobierno de José María Aznar, porque “son dos operaciones distintas”.

Aunque no precisó la fecha del despliegue de los militares españoles en suelo iraquí, dijo que en un 80% la posibilidad es que lo hagan a “principios del año que viene”. Puntualizó que “la prudencia es clave” en los despliegues y todavía faltan por “conocer muchos factores”.

Por otra parte, preguntado por la posibilidad de que las Fuerzas Armadas se hubieran hecho cargo del tratamiento a Teresa Romero, enferma de ébola, el ministro reiteró que “la medicina civil ha dado muestra evidente de su eficacia”, porque la auxiliar que se contagió tras tratar a los dos misioneros repatriados “está fuera de peligro”.

Tras reconocer éste “éxito de la medicina civil”, dijo que los “médicos militares son extraordinarios”, pero sólo se les ordenó “traerlos”, lo cual se realizó con “éxito, porque todos lo que participaron están fuera de todo tipo de peligro”. “Los protocolos funcionaron”, agregó.

En esta línea, indicó que el Hospital Gómez Ulla “todavía no tiene la capacidad” de acoger grandes infectados que tenía el Hospital Carlos III-La Paz. “Me parece rechazable que se diga que esto se haya hecho con algún tipo de frivolidad”, porque “se eligió el sitio con más garantías”.

Al margen de estas cuestiones, en clave política, el ministro reconoció que habló con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, después de que éste afirmara que “sobra” el Ministerio de Defensa. Comentó que no sabía por qué dijo aquello, pero añadió que "ya ha rectificado”. "Y lo doy por bueno y además me tranquiliza mucho”, apostilló.