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Desierto de Cs en la España vaciada

La formación de Rivera pierde todos sus diputados procedentes de las provincias de menos de seis escaños y Vox se hace con 15.

Desierto de Cs en la España vaciada
Desierto de Cs en la España vaciadalarazon

La formación de Rivera pierde todos sus diputados procedentes de las provincias de menos de seis escaños y Vox se hace con 15.

Los peores pronósticos se cumplieron para Ciudadanos en las provincias con menos de seis escaños. Tal y como adelantó LA RAZÓN, el partido de Albert Rivera se quedó sin ninguno de los 103 diputados que estaban juego. Mientras que el 28-A consiguió 19, ayer Vox le arrebató todos. El Partido Popular se hizo, según los datos al cierre de esta edición, con 30, mientras que el Partido Socialista se habría quedado con 43. Por supuesto también aquí la revolución fue de color verde que, pese a no llegar a los datos del bipartidismo pasó a obtener 15 diputados en las provincias de hasta 5 diputados.

El sistema de reparto de escaños para los 350 escaños del Congreso de los Diputados adoptado en España desde 1977 divide al país en 52 circunscripciones electorales, una por provincia, más las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. A cada una de estas dos ciudades les corresponde 1 diputado, mientras que los restantes 348 parlamentarios se distribuyen entre las 50 provincias a razón de dos por provincia y los otros 248 en proporción al número de habitantes. Lo que permite modular las grandes diferencias en población que presentan unas provincias con respecto a otras, de ahí que Soria cuente con dos escaños, la que menos, y Madrid con 37, la que más. La distribución de los 350 escaños por este método hace que haya dos circunscripciones con 1, una con 2, ocho con 3, diez con 4, siete con 5, siete con 6, cinco con 7, cuatro con 8, una con 9, una con 10, una con 11, dos con 12, una con 15, una con 32 y una con 37.

En las 26 provincias las menos pobladas, las que cuentan con 5 o menos escaños, residen 7,7 millones de electores, de un total nacional de 37 millones. Representan el 20,8% del total del censo nacional, pero envían al Congreso de los Diputados 101 parlamentarios, que supone el 28.9% de los escaños. Por lo que la correspondencia entre censados y escaños es de un parlamentario por cada 76.238 censados. Mientras que en el resto de España, la proporción entre censados y escaños es de un diputado por cada 117.671 censados. Por lo que la España vaciada está sobrerepresentada en la cámara baja. Aún lo está más en el Senado, en donde estas 26 provincias aportan 104 de los 208 senadores de elección directa, es decir el 50% de los senadores, y con solo 7,7 millones de censados, del total de 37,0 millones que componen el censo nacional. De este modo la sobrerepresentación es enorme; una media de 74.038 censados por senador en la España despoblada, frente a 281.731 censados por senador en la España más poblada.

El PSOE obtuvo el 28-A 43 escaños, el precio de cada escaño fue de 39.247 votos, mientras que el PP consiguió 27, a un coste de 43.524 votos por diputado. Un precio similar al que le supuso a CS; 43.428 votos por sus 19 escaños. Sin embargo a UP y VOX el precio se multiplicó; 155.818 y 294.772 votos, respectivamente por sus 4 y 2 diputados en la España vaciada. Entre las fuerzas regionalistas, Navarra Suma consiguió 2 escaños y el Partido Regionalista de Cantabria, 1 escaño, al precio de 53.810 y 52.266 votos el diputado, respectivamente.

Fragmentación del voto

Los separatistas de EH en Navarra pagaron caro su escaño; 71.512 votos. Más económico salió el diputado del PNV en Álava, su precio fue de 40.300 votos. Mientras que en la Gerona vaciada el escaño de JxC tuvo un coste de 46.781 votos y cada uno de los dos de ERC, 37.880 votos. La presentación de las tres candidaturas del centro derecha benefició a la izquierda en las provincias de Cuenca y Álava, así como en la ciudad de Melilla. La fragmentación del voto del centro derecha hizo que el PP perdiera un escaño en cada una de estas circunscripciones, 2 a favor del PSOE y 1 para Unidas Podemos.

El último escaño adjudicado a candidatura se obtuvo con una media del 16,1% del voto, es decir, que para conseguir representación en la España vaciada habría que obtener un mínimo del 16,1% del voto en cada provincia (es un promedio), lo que debería disuadir a aquellas formaciones políticas que no tengan esas expectativas y no concurrir en estas circunscripciones, obviamente este porcentaje se reduce al 13.4% en aquellas circunscripciones con 5 escaños.