Díaz no quiere que el congreso se aplace «sine die»

Andalucía busca que se fije una fecha, aunque Ferraz esperará «a que se forme Gobierno»

«Hasta la formación del Gobierno en España». Este ambiguo lapso de tiempo –que podría transitar entre lo inmediato de los próximos 20 días y lo indefinido de los próximos seis meses– es el que prevé aprobar hoy Ferraz para postergar la celebración del 39º Congreso del PSOE, que debe dirimir si se renueva o reedita el liderazgo de Pedro Sánchez. La decisión de retrasarlo se produce después de que la dirección federal constatara un «amplio consenso» entre las federaciones para realizar el cambio, ante un endiablado calendario que ha solapado lo institucional –de las negociaciones de investidura– con lo orgánico –del proceso congresual socialista que debía arrancar la próxima semana con la presentación de candidaturas a las primarias a la Secretaría General–.

A pesar de que el ánimo de postergar el cónclave palpita en la mayoría de los territorios, algunos de los cuales en su día doblaron el brazo de Sánchez para adelantarlo, la decisión de aplazarlo «sine die» no es la solución que consideran óptima. Según fuentes consultadas por LA RAZÓN este aplazamiento indefinido de los tiempos congresuales no es del agrado, por ejemplo, de la federación más numerosa del socialismo, la andaluza, que es partidaria de que se fije una fecha. De forma que ésta que sirva como referente temporal, aunque sea posteriormente objeto de modificaciones, como ha ocurrido ahora. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, no está dispuesta a que se «institucionalice la transitoriedad» del secretario general al frente de la dirección, avalada por la ingobernabilidad y la complicada aritmética parlamentaria. A pesar de que se aboga por fijar un calendario determinado a la ambigüedad que marca Ferraz, estas mismas fuentes no se muestran convencidas de presentar una fecha concreta en el día de hoy, ya que dan por hecho que se aprobará el indefinido calendario impulsado por la dirección federal.

El origen de las presiones para evitar que se prolongue la transitoriedad de Sánchez al frente del partido nace de los temores de los propios dirigentes que, en los últimos meses, han visto mermado su margen de maniobra dentro de sus propias federaciones. Territorios como Andalucía temen que esta situación vaya a peor si se suspende indefinidamente el calendario congresual y que, ante unas primarias, no tengan capacidad para pilotar el proceso en favor de su candidato. La prueba de la fortaleza interna que va ganando Sánchez se hizo sentir en el amago de congreso actual, para el que el secretario de Organización del PSOE, César Luena, ya había comenzado a movilizar sus tentáculos territoriales, una fuerza que se hizo notar y sorprendió en algunas federaciones.

En este clima y tras el inicial paso atrás que han tenido que dar algunos barones, no se prevé un turbulento Comité Federal, en cuyo orden del día sólo figura el informe político del secretario general y el aplazamiento 39º Congreso Federal. La «tranquilidad» que auguran los más beligerantes se entiende en la intrascendencia de la fecha en que se fije el cónclave. «Todo depende de las elecciones», señala un dirigente a LA RAZÓN, que se muestra confiado en que tras la segunda derrota electoral de Sánchez en junio, no tendrán dificultades para forzar la celebración de otro Comité Federal que convoque el congreso que fuerce su salida. No obstante, todo está abierto y en cualquier caso la estrategia depende de que el líder socialista coseche un peor resultado que el que obtuvo el 20-D, por lo que hasta el 27-J no habría capacidad para forjar una hoja de ruta alternativa a la de un Sánchez que se afanará, de nuevo, por liderar las conversaciones para formar Gobierno, evitando así ser removido de su puesto en Ferraz. «Es absurdo especular con eso ahora», señalan desde otro territorio que no busca «enredar» en este sentido y que entiende que ya es suficientemente significativo que se haya decidido aplazar la cita congresual hasta que se produzcan las elecciones.