Dos agentes de Método 3 reconocen que grabaron a Sánchez-Camacho

El director de Método 3 y otros tres empleados fueron detenidos por revelación de secretos en relación al supuesto espionaje en Cataluña.

Dos de los detenidos ayer por la Policía en el «caso espionaje», Alejandro Borreguero y Julián Peribáñez, han reconocido en su declaración que fueron los que colocaron el micrófono con el que fue grabada la conversación, en 2010, entre la dirigente del Partido Popular, Alicia Sánchez-Camacho y María Victoria Álvarez, ex novia de Jordi Pujol Ferrusola, en el restaurante La Camarga de Barcelona, según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación. Lo hicieron, según esas mismas declaraciones, por orden del responsable de la agencia de detectives Método 3, Francisco Marco, que también ha sido arrestado, junto con Elisenda Villena, jefa de operaciones de la entidad. Los cuatro detenidos están acusados de «descubrimiento y revelación de secretos», delito contemplado en el artículo 197 del Código Penal, en este caso agravado por la publicidad dada a los hechos.

Los arrestos se produjeron ayer por la tarde en Barcelona y, a esa misma hora, prestaba declaración en Madrid ante la Policía el que fuera delegado de la agencia de detectives en la capital de España, Antonio Tamarit.

El hecho de que los delitos se hayan cometido en varios puntos de Esspaña es el motivo por el que las investigaciones las esté realizando el Cuerpo Nacional de Policía, por lo que, según las citadas fuentes, no se entienden las quejas que llegan desde la Generalitat de Cataluña.

Los investigadores trataban anoche de determinar quién era la persona o personas que habían encargado a Francisco Marco y a su agencia la grabación de la citada comida. A la hora de cerrar esta edición continuaba la toma de declaración de los detenidos por lo que en las próximas horas podrían quedar esclarecidos éste y otros aspectos del caso.

La operación se ha desarrollado después de la reunión que ayer por la mañana mantuvieron en Madrid el Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Nacional, Eugenio Pino, con el Jefe Superior de Policía de Barcelona, Agustín Castro, en la que este último le informó de la marcha de las investigaciones. Tras dos horas de reunión, ambos mandos policiales se entrevistaron con el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, con el fin de darle las novedades sobre la marcha de las pesquisas. A partir de ese momento, y una vez informado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se decidió proceder a las detenciones.

Las fuentes consultadas subrayan el acierto de poner en marcha la operación y proceder a los arrestos. El asunto del espionaje había generado una gran alarma en la sociedad catalana y, ante la aparente falta de resultados (que era eso, sólo aparente) se podía llegar a transmitir que no se estaba actuando por parte de la Policía con la celeridad que requería el caso. Lo que ocurre es que los investigadores tenían que atar antes todos los cabos, y lo han logrado ya que dos de los detenidos han confesado de plano y se espera que los otros arrestados hagan lo propio, ante la evidencia de que no tienen escapatoria.

En el caso de Elisenda Villena es la segunda vez que es detenida, ya que el año pasado, tal y como adelantó LA RAZÓN, fue arrestado en el marco de la «operación Pitiusa» en la que desarticuló una red en toda España organizada para obtener de forma fraudulenta datos de personas y empresas. En la reunión celebrada ayer en Madrid entre Eugenio Pino y Agustín Castro habría sido examinada la relación de informes que varios ex detectives de la agencia Método 3, que se ha confirmado ahora como la principal implicada en el caso, han aportado ya a la Jefatura Superior de Barcelona. Los informes, que incluirían grabaciones de audio y vídeo, se refieren a personalidades de la vida catalana.