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Bilbao

El 85% de los etarras rechazó participar en el debate sobre el fin del terrorismo

La Razón
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El 85 por ciento de los pistoleros de ETA se negó a participar en el debate interno que tuvo que celebrar la banda a partir de octubre de 2011, cuando anunció el «cese definitivo armado» sin haber consultado con sus militantes.

El 85 por ciento de los pistoleros de ETA se negó a participar en el debate interno que tuvo que celebrar la banda a partir de octubre de 2011, cuando anunció el «cese definitivo armado» sin haber consultado con sus militantes. De hecho, la decisión la adoptaron una veintena de individuos, entre ellos dirigentes de la llamada «izquierda abertzale», en una auténtica cacicada.

La banda ha comunicado ahora a sus militantes el resultado del debate interno, en un texto que concluye con los consabidos «¡Viva Euskal Herría libre y socialista» y «¡Pega y fuego hasta lograr la independencia y el socialismo». Reconocen, aunque de tapadillo, que la inmensa mayoría de sus pistoleros, presos, huidos, etcétera, no han mostrado el más mínimo interés por participar en el debate.

Expertos antiterroristas consultados por este periódico señalan que este desinterés se debe a que los etarras son conscientes de que en la organización criminal impera el centralismo democrático y que, digan lo que digan, saldrán siempre los resultados que convengan a los cabecillas. Se trata de la doctrina que impera en el marxismo, según el cual los jefes siempre tienen la razón porque disponen de la mejor información.

El «Zuba» o «Comité de Dirección» asegura que el «informe definitivo ha contado con el apoyo del 80 por ciento; entre los compañeros ha votado negativamente el 4,2 por ciento» aunque tenían que reconocer sólo el 15 por ciento ha participado en el debate y enviado aportaciones, ha tendido a la abstención o no ha participado en las votaciones.

Este dato es considerado como preocupante por las citadas fuentes, ya que el resultado, que los «posibilistas» venderán como definitivo, no tiene el respaldo de ni un 20 por 100 de los que han votado. Y ¿los que no lo han hecho? ¿qué es lo que piensan?, ¿están a favor de la continuidad del terrorismo o no? Lo que está claro es que «la organización», como los etarras llaman a la banda, aparenta un cierto descontrol, por lo que cualquier hipótesis se puede dar.

ETA habla de una «resolución extraordinaria», que ha contado con los votos afirmativos del 64 por ciento; y el 16,5 por ciento lo ha hecho negativamente. En este caso, la participación con aportaciones ha llegado al 18,9 por ciento. La banda vuelva a reconocer que se ha «tendido a la abstención o no ha participado en las votaciones».

A los cabecillas, el asunto les da lo mismo, y, fieles al centralismo democrático, señalan con rotundidad que «el informe es definitivo» y «la resolución extraordinaria se hará pública, junto con la declaración general».

Llaman la atención los ataques a Francia por parte de ETA, hasta el punto de decir que no sufre la presión suficiente: «Francia está de acuerdo con España, tanto en lo que respecta a las formas de actuación, a los mensajes como a la postura cerrada. Así, sus pilares son el mantenimiento de la situación de los presos, las operaciones policiales contra la Organización y los ciudadanos vascos o la respuesta de desprecio a las peticiones de la mayoría sociopolítica».

Otra frase sobre la que llaman la atención los expertos es aquella que habla de posibles situaciones peligrosas: «El objetivo del Gobierno de España ha sido inutilizar la estrategia de la izquierda abertzale y hacer imposibles los objetivos y pasos previstos. Vista la debilidad estructural del Estado, el avance de la solución les podría provocar situaciones peligrosas. Es decir, el peligro de la ruptura independentista. Las claves tácticas tienen cada vez más un carácter estratégico en la actual situación».