El alto comisionado de la Marca España rinde cuentas al Gobierno

El Gobierno pasó revista ayer a las acciones tomadas por el Alto Comisionado de la Marca España (ACME), Carlos Espinosa de los Monteros, para mejorar la imagen española en el exterior. La reunión, presidida por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, fue la primera desde que Moncloa creara esta figura que depende directamente del presidente del Gobierno a través del Consejo de Política Exterior. El titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, también estuvo presente en una cita que repasó las iniciativas del proyecto que él mismo se ha empeñado en resucitar. Según señalaron a LA RAZÓN fuentes diplomáticas, Espinosa de los Monteros aprovechó la ocasión para exponer a la vicepresidenta las "necesidades"del organismo que preside y que no cuenta con dotación presupuestaria alguna. Las mismas fuentes aseguraron que el alto comisionado es "muy consciente"de la situación de crisis que atraviesa el país, si bien considera que su oficina "necesita un margen de actuación que debería llegar más pronto que tarde"en alusión a los fondos económicos por ahora inexistentes. Tal y como apareció publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el cargo de Espinosa de los Monteros tiene rango de secretario de Estado y no tiene sueldo, tan solo percibe los gastos derivados de sus viajes en el desempeño de sus funciones. La labor de este empresario de reputado prestigio se coordina con la del resto de instituciones implicadas en el impulso de la Marca España y que sí reciben una dotación concreta a cargo de los presupuestos generales del Estado. En la reunión de Moncloa también participaron el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, y varios subsecretarios de diferentes ministerios.