ETA
El arma con la que fue asesinado el brigadier Nerin, clave
La banda desconoce dónde se sitúan la cuarta parte de los zulos
El Ministerio del Interior calibrará el alcance del desarme de ETA en si entre las 120 armas que dice que ha entregado aparece la que se utilizó para asesinar a la última de sus más de 800 víctimas mortales, el brigadier francés Jean Serge Nerin, han explicado a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista. También utilizarán como elemento de análisis la recuperación de todo o parte del lote de pistolas robadas en Vauvert en octubre de 2006.
Nerin fue asesinado el 16 de marzo de 2010 tras el robo a mano armada de varios etarras en un concesionario de coches ubicado a las afueras de la localidad francesa de Dammarie-les-Lys. El 2 de diciembre de 2015, la justicia gala condenó a cadena perpetua por este crimen a Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias 'Ata', el considerado como último jefe 'militar' de ETA con jerarquía dentro de la organización terrorista.
Otra de las formas de medir el alcance del desarme de ETA, que en su último comunicado evita hablar de su disolución, será si las 120 armas que ha entregado este sábado tras el acto propagandístico de Bayona corresponden al robo que cometieron los terroristas en octubre de 2006 en una empresa importada de armas en la localidad gala de Vauvert.
Los terroristas robaron por la noche 300 revólveres, 50 pistolas, munición y piezas sueltas de estas armas cortas. Fuentes de la lucha antiterroristas consultadas por Europa Press han confirmado que de aquel lote a ETA le quedarían en su poder unas 150 armas, ya que el resto han sido decomisadas en sucesivos golpes policiales.
La banda desconoce dónde se ubica una cuarta parte de sus zulos, según la información que manejan las fuerzas de seguridad consultadas por Europa Press. Son estimaciones porque los dirigentes etarras encarcelados han reconocido que no existe un registro detallado de sus zulos, muchos de ellos con varios lustros de antigüedad.
Un ejemplo de lo anterior es que el 10 de febrero de 2012 se descubrió accidentalmente tras un muro en una casa en Capbreton (Francia) en la que se estaba realizando una reforma un escondite en el que ETA tenía 80 subfusiles, 20 pistolas y mil cartuchos olvidados desde los años ochenta. También cabe la posibilidad de que se hayan deshecho de parte de sus armas.
Tras el desmantelamiento el 12 de octubre de un escondite en el norte de Francia, el Ministerio del Interior reconoció que disponía desde hacía tiempo de las coordenadas exactas de "uno de los zulos estratégicos"con los que la banda pretendía escenificar una nueva entrega de armas.
El 16 de diciembre volvió a intentarlo recurriendo a mediadores en Luhuso, al sur de Francia, donde se incautaron de maquinara para manipular o eliminar las armas consideradas por Interior como posibles pruebas judiciales.
En una declaración institucional este sábado, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha asegurado que el Gobierno no hará ninguna valoración sobre el armamento entregado por ETA hasta que haya sido analizado por las autoridades y la justicia francesa "de acuerdo a la legalidad vigente".
"ETA está operativamente derrotada, sin futuro y con sus dirigentes en prisión. La única respuesta lógica a esta situación es anunciar su disolución definitiva, pedir perdón a las víctimas y desaparecer en lugar de montar operaciones mediáticas para disimular su derrota e intentar sacar un rédito político de la misma", ha defendido.
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