La amenaza yihadista
El asesino de Berlín no tiene «contactos operativos» en España
Los servicios de información han alertado todas sus «antenas de inteligencia» para evitar atentados inminentes.
Los servicios de información han alertado todas sus «antenas de inteligencia» para evitar atentados inminentes.
Anis Amri, el yihadista tunecino que, según todos los indicios, tuvo una importante participación en la matanza perpetrada en un mercado navideño de Berlín, no tiene, que se sepa hasta el momento, ningún contacto operativo en España, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.
Cuando se iniciaron las investigaciones sobre este individuo, se comprobó que había mantenido un contacto, a través de redes sociales abiertas, con una persona que vive en España. Inmediatamente, las Fuerzas de Seguridad, tal y como adelantó el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, sometieron a una investigación a esta persona y se comprobó que nada tenía que ver con el yihadismo.
Se trataba de un contacto mantenido por Amri ajeno por completo a su actividad criminal en el Daesh. Recientemente, fueron detenidas cuatro personas en España cuyos números telefónicos habían aparecido en manos de un yihadista llegado desde Siria para cometer atentados en Europa.
Tras las correspondientes pesquisas, se comprobó que estaban relacionadas con las redes de infiltración de inmigrantes, pero no con el yihadismo. Tres de ellos fueron puestos en libertad y uno fue confinado en un Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) ya que tiene pendiente una orden de expulsión de España.
Los servicios de información de las Fuerzas de Seguridad españolas trabajan con la peor de la hipótesis, la de que el terrorismo yihadista intente cometer un atentado en nuestro país en cualquier momento, sin que, como ocurrió en Alemania antes de la masacre de Berlín, se tengan datos sobre preparativos de una acción criminal concreta.
Dichos servicios aportan los datos que obtienen sobre posibles amenazas y son otras unidades, como ha ocurrido con la Comisaría General de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional (bolardos, maceteros, etcétera) y, sin tanta publicidad, con la Guardia Civil desde primeros de diciembre, las que adoptan las medidas concretas para evitar atentados. Los expertos de ambos cuerpos han alertado todas sus «antenas de inteligencia» con el fin de obtener, en el menor tiempo posible, informaciones que permitan evitar acciones criminales durante estas fiestas. Las «antenas»forman un conjunto que incluye los análisis de amenazas en las publicaciones yihadistas y en transmisiones interceptadas; informaciones que llegan a través de colaboradores habituales, incluso infiltrados en las filas de las bandas yihadistas, etcétera. Sin embargo, según han señalado a LA RAZÓN algunos de estos expertos, se debe trabajar, por duro que sea pero sin alarmar a la población, con esa peor hipótesis. El Daesh no avisó con antelación, y en ningún caso lo hará, de que iba atacar el mercado navideño de Berlín. Otras bandas que ha sufrido España sí alertaban cuando creían que sus artefactos podían afectar a personas ajenas a las Fuerzas Armadas y a las de Seguridad. No es el caso de los yihadistas, que tratan de causar el mayor número de víctimas, sin importar su edad o condición, a la que denominan objetivos «blandos».
Si los yihadistas han decidido cometer un atentado en España, nuestras Fuerzas de Seguridad tienen en marcha todos los medios posibles para detectar la amenaza, pero, recuerdan, «la seguridad absoluta es imposible».
Las medidas se han intensificado desde comienzos de este mes e incluyen todas las contempladas en el nivel de alerta 4, más otras de carácter operativo que han dado resultados positivos en el pasado.
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