El asesino de Hipercor, de compras en el súper

Domingo Troitiño, condenado por el atentado contra Hipercor, en el que murieron 21 personas y otras 45 resultaron heridas, fue ayer de compras en San Sebastián. Troitiño es un hombre libre porque la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo considera que es suficiente que haya cumplido 26 de los más de mil años de cárcel a los que fue condenado, y la Audiencia Nacional ordenó el pasado viernes su extradición. El etarra Troitiño no se ha encontrado con rechazo social a su salida de la cárcel, a pesar del horrible crimen que perpetró. Hace su vida normal en una ciudad gobernada por los proetarras, que le arropan. Toma vinos, pasea, va de compras y lo único que le molesta es la presencia de los medios de comunicación.

Si a la salida de la cárcel de Texeiro les conminaba a dejar de fotografiarle con un manotazo y un «ya basta», mientras sus acompañantes les recomendaban «ejercer una profesión más digna», ayer se le vio cómodo en su presencia, actuando con la naturalidad de alguien acostumbrado a las cámaras. Entre quienes están a su lado en los primeros días fuera de la cárcel está el histórico miembro de los Grapo Suso Seoane, que fue quien se encargó de recogerle en la cárcel de Texeira, como primer paso para regresar a San Sebastián, una de las ciudades en las que ejerció como terrorista y en las que vivió con su hermano, Antton Troitiño, también con un largo historial de asesinatos, y que en estos momentos se encuentra en Inglaterra, a la espera de que las autoridades británicas concedan su extradición a la Justicia española.