Elecciones Generales 2016
El «efecto Iglesias» cuesta ya a PP y PSOE 21 puntos
El PP y el PSOE concentraron el 73,4% del voto válido en las elecciones generales de 2011. Poco más de tres años después, la encuesta de NC Report para LA RAZÓN les atribuye el 52,1%. La caída de ambos es de 21,4 puntos porcentuales, pero no sólo han retrocedido los máximos exponentes del bipartidismo, sino que también los dos partidos que hasta la aparición de Podemos eran los que más crecían: IU y UPyD han pasado de sumar el 11,6% en las generales de 2011 al 9,3% actual. Tampoco han dejado de caer el resto de alternativas políticas, que representaron el 20-N el 15% y ahora sumarían el 12,9%.
Los dos partidos más beneficiados por la caída generalizada de los partidos tradicionales son Podemos y Ciudadanos, que con el 22,5% y 3,3%, respectivamente, recogen el voto del descontento que ha generado la crisis económica. A ello se suma un incremento en la abstención de 3,5 puntos con respecto a 2011, que la eleva al 34,6% del censo, 2,6 puntos incluso por encima del récord de las elecciones generales de 1979, cuando alcanzó el 32%.
Por lo tanto, nos encontramos ante un escenario de baja participación, con dos competidores emergentes (Podemos y Ciudadanos) y una fragmentación del voto que configuraría un parlamento sin una mayoría suficiente como para que ni PP, con 125/136 diputados, ni PSOE, con 87/91 escaños pudieran encabezar en solitario un gobierno. Tampoco la tercera fuerza política, Podemos, con 71/74 parlamentarios, estaría en condiciones de formar un gobierno. La mayoría absoluta está establecida en 176 escaños. Con estos resultados, los dos principales partidos nacionales constitucionalistas, PP y PSOE, que sumarían entre ambos 202/227 diputados, se verían obligados a un entendimiento con el fin de garantizar la gobernabilidad de la nación.
Si hoy hubiese elecciones, el Congreso se dividiría en seis grandes grupos, el primero de ellos con el PP al frente, que, junto a UPN y FAC, contaría entre 126 y 137 diputados; el segundo sería el PSOE con sus 87 a 91 escaños. El tercero sería la suma de Podemos e IU, con 77/83 parlamentarios. Un cuarto grupo estaría formado por los nacionalistas moderados: CiU, PNV, CC, Compromís y G-BAI, con 21 a 22 escaños. El quinto contaría con 14 a 15 diputados, los que obtendrían ERC, Amaiur y BNG y el sexto el correspondiente a los centristas: Ciudadanos y UPyD, con entre 9 y 11 parlamentarios.
Pero hay elementos que dan esperanzas tanto al PP como al PSOE de recuperación en los próximos meses. Podemos ha tocado techo y comienza su descenso; si se mantiene esta tendencia, el bipartidismo se reforzará. La recuperación de la economía debería hacer regresar al PP los dos millones de votantes populares que se encuentran actualmente en la abstención e indirectamente beneficiaría también al PSOE, pues el empobrecimiento de amplias capas de la sociedad ha permitido crecer a Podemos en detrimento del PSOE.
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