Iglesia Católica
El Episcopado ya presenta al Estado hasta las pagas que recibe cada sacerdote
Dentro de la autonomía de las diócesis, la Conferencia Episcopal detalla cómo utiliza cada euro del IRPF
En España existen en total 40.000 entidades que podrían recibir el título de «Instituciones de la Iglesia Católica». A saber: la Nunciatura Apostólica, la Conferencia Episcopal, las 69 diócesis, las 22.700 parroquias, los 905 conventos de clausura, congregaciones religiosas, ongs, fundaciones... Y de todas ellas toca echar las cuentas. Cada año. Y así lo hace el Episcopado de forma rigurosa en un balance que presenta en torno al mes de junio el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española.
En esta memoria justificativa de actividades, la Iglesia detalla de dónde vienen y a dónde van cada euro que entra en el «cestillo» de la parroquia o que llega a través de la cruz marca de la declaración de la renta. Desde la parte que se destina a pagar a la Seguridad de los sacerdotes y obispos, 20.204 millones de euros, a las partidas destinadas a mantener su patrimonio cultural.
Así, en concreto, el pasado año la Iglesia le ahorró al Estado unos 30.000 millones de euros a través de su labor social y caritativa, desde el trabajo de Cáritas al de los 2.445 centros católicos en los que estudian 1,4 millones de alumnos de nuestro país. Junto a este informe, colgado en la web del Episcopado y disponible para aquel que quiera consultar, la Iglesia detalla de una forma más exhaustiva cada uno de estos datos al Estado como respuesta a los acuerdos Iglesia-Estado. En ellos, según ha podido confirmar LA RAZÓN, se explica de forma detallada, por ejemplo, los sueldos de cada uno de los sacerdotes de la diócesis de Huelva.
De ahí que el hecho de que el Gobierno dé un paso adelante en incluir a la Iglesia Católica dentro de las instituciones que formen parte de la Ley de Transparencia no suponga un esfuerzo añadido. En cualquier caso, tocaría adaptarse simplemente a los formularios de la nueva normativa. Tampoco será necesario que se ponga al día, por ejemplo, en régimen fiscal, pues las fundaciones eclesiales se rigen, como cualquier otra fundación, por la Ley de Mecenazgo, lo que hace que se derrumbe en este punto también el mito de los privilegios eclesiales. En igualdad de condiciones también se encuentra al abordar el asunto de los donativos Cáritas o Cruz Roja.
Esta puesta a punto de la Iglesia ha sido posible gracias al minucioso trabajo para organizar las cuentas de la Iglesia llevadas a cabo por Giménez Barriocanal, primero como secretario técnico y desde 2005 como máximo responsable de las finanzas de la Conferencia Episcopal. Puso todo en orden dentro de la casa, pero también fuera, al ser además uno de los artífices del acuerdo negociado al más alto nivel entre el cardenal Antonio Cañizares y María Teresa Fernández de la Vega que acabó con la financiación directa del Estado.
La tarea no era fácil de puertas para dentro, pues cada diócesis, en principio, actúa, en el plano económico, de manera independiente y, hasta su llegada, no contaban con un mismo protocolo de actuación ni de contabilidad. Ahora , dentro de esta autonomía, el Episcopado puede detallar cómo se financió la Jornada Mundial de la Juventud a través de una auditoría externa o responder al minuto a acusaciones como las lanzadas por el PSOE sobre el pago o no del IBI.
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