El Gobierno hará un gesto a Cs para que apoye el techo de gasto

Moncloa sostiene que la negociación se hará igual que la de 2017 «pese a la presión política y mediática contra el ministro».

El Gobierno aprobará hoy en Consejo de Ministros extraordinario el límite de gasto no financiero del Estado para 2018 y la actualización del cuadro macroeconómico, que incluirá la revisión al alza del crecimiento al 3 por ciento. Con esta decisión el Ejecutivo abre formalmente la negociación con los grupos políticos, en la que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se están repartiendo los papeles «exactamente igual que en la negociación de los Presupuestos de 2017».

La presión política y mediática no está influyendo «nada» en la organización del trabajo, y, de hecho, esa ofensiva sólo está sirviendo, al menos de momento, para que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ratifique en su decisión de blindar a su titular de Hacienda. «Las presiones sólo está alimentando el enfado del presidente con la estrategia de algunos, no su desconfianza hacia Montoro. No hay ningún cambio interno y ni siquiera está afectando a la negociación, más allá de que el PSOE quiera forzar las cosas políticamente en su obsesión por competir con Podemos», sostienen fuentes del Gobierno.

En ese sentido, fuentes oficiales confirman que Montoro no solamente se está ocupando de las cuestiones más técnicas, sino que también está participando en las conversaciones políticas. La vicepresidenta y él «se reparten las reuniones con unos y otros, y luego ponen en común el resultado del trabajo». Así hicieron en 2017, y así lo van a hacer ahora para las cuentas de 2018. Sin perjuicio de las intervenciones puntuales del presidente del Gobierno, igual que ocurrió también con los Presupuestos de 2017, por ejemplo en el caso de la negociación con el PNV. «Todo sigue igual», insisten frente a la imagen de desgaste del titular de Hacienda.

La situación política de Montoro se ha complicado después del fallo del Tribunal Constitucional (TC) contra la amnistía fiscal y su reprobación por el Parlamento. Pero Rajoy «no se va a mover, ni por la presión política ni por la presión mediática», inciden en Moncloa. «Y así se va a confirmar en la negociación presupuestaria».

La revisión al alza del crecimiento económico da margen al Gobierno para plantearse una subida del techo de gasto, «sin revoluciones», para el próximo ejercicio. De partida se ha hablado de una cifra cercana a los 1.500 millones de euros, la primera subida en los últimos cuatro años. permitiría además no tener que recortar ninguna partida social, como educación, sanidad o servicios sociales. El Gobierno busca los apoyos políticos para sacar adelante esta cifra de gasto, pieza que sostiene la preparación de los Presupuestos para 2018. Y, de momento, el PSOE ya ha dejado entrever que se desmarca de este acuerdo aunque hoy explicará su posición. Una señal a tener en cuenta es la decisión de las comunidades gobernadas por los socialistas de votar en contra de las nuevas medidas de déficit acordadas la pasada semana en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

Ciudadanos (Cs), por su parte, ha planteado como condición previa una rebaja de IRPF, lo que obliga al Ejecutivo a moverse. De hecho, desde el Gobierno ya han dado a entender que están dispuestos a hacer algún gesto, aunque Rajoy haya llegado a advertir de que no se puede aprobar una rebaja impositiva cada año. Cs plantea que la reducción del IRPF alcance los 2.100 millones de euros, y que se produzca ya en el próximo ejercicio mediante la reducción de entre uno y dos puntos de retención en el primer tramo de la renta. La intención del Gobierno es que esa bajada se concrete en 2019, año en el que se celebrarán las elección autonómicas y municipales. Cs quiere apuntarse el tanto de la rebaja de impuestos y evitar que el Ejecutivo utilice esta rebaja impositiva en clave electoral, y ahí está el pulso político que hay detrás de la discusión fiscal. A pesar de las opiniones de Cs y PSOE, el titular de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, asegura que el Gobierno «hará todo lo posible» por aprobar el techo de gasto, porque junto con los PGE «son favorables a todos los españoles» y permitirán destinar 5.500 millones más que el año pasado a las CC AA.

La cifra del techo de gasto no se vota en el Parlamento, pero sí los datos macroeconómicos que la definen, una votación que podría celebrarse a mediados de mes. El techo de gasto es el límite del gasto no financiero que se impone a las Administraciones. Es decir, la herramienta legal por la que el Gobierno fija al Estado, a las comunidades y a las corporaciones locales el tope de gasto que no pueden exceder.