El Gobierno reprocha al PSOE su lío interno y su abstención contra la corrupción

Soraya Sáenz de Santamaría y Soraya Rodríguez se enzarzan a cuenta de Bárcenas y el PSC

Nevaba sobre Madrid y la sesión de control arrancó con Bárcenas, el multimillonario aficionado al esquí, que trae desde hace meses de cabeza al PP y al que acaban de retirar el pasaporte paa que no vuelva a esquiar en Canadá ni en Suiza ni en Baqueira. El hombre que manejó las cuentas del PP durante 20 años un día se va al notario, otro demanda a Génova y otro se "cuela"en la sesión de control. El PSOE no ceja en su empeño de hacer del caso un arma de oposición, pero la vicepresidenta, que no es de las que se lían ni titubean con la palabra en las respuestas, no sólo no se deja, sino que se lanza a la yugular del adversario, que bastante tiene con su cisma interno.

Así transcurría la gélida mañana cuando la socialista Soraya Rodríguez demandaba a Soraya Saénz de Santamaría "un ataque de dignidad"para dar explilcaciones sobre las actividades del ex tesorero. Para ataque -pero más bien de ira- el que debió de dar al PSOE cuando escuchó a la vicepresidenta devolver el dardo y atinar en el mismo centro de la diana: "Debe ser complicado controlar al Gobierno cuando no controla ni su propia bancada", le espetó a su tocaya. "Cuando se trata de luchar contra la corrupción no es conveniente, abstenerse y cuando se discute de la unidad de España no es conveniente dividirse", añadía en alusión a la abstención del PSOE en la resolución aprobada el día anterior para luchar contra los corruptos y a la "espantada"del PSC cuando se votó contra la consulta soberanista.

Santamaría invocó el complicado momento económico e institucional que vive España para afear al PSOE su desmarque tanto en la lucha contra la corrupción como en la defensa de la unidad de España y recordó que los ciudadanos quieren por parte de los partidos "posiciones clares". "No estamos hablando de controlar al Gobierno, hablamos de que uno no puede aislarse de los consensos básicos que sustentan todo el sistema y ustedes se están aislando a ustedes mismos".

El cara a cara había empezado a cuenta de la "credibilidad"del Gobierno"y el dato del 6,7 por ciento de déficit en 2012 que Rajoy anunció y Soraya Rodríguez puso en duda. "Es la mejor prueba de un país que quiere recuperar la credibilidad y lo está logrando, una rebaja del déficit estructural en un año de tres puntos y medio --afirmó la vicepresidenta--. Es la medida de nuestra credibilidad y de la credibilidad de España".

La portavoz del PSOE rercriminó al Gobierno que no hubiera incluido en sus cuentas el rescate bancario de 40.000 millones de euros, lo que lo elevaría al 10,2 por ciento. Y es esto lo que usó para acusar al Ejecutivo de "mentir de nuevo y hacer exactamente lo contrario de lo que prometieron en su programa". Luego, se adentró en el "mundo Bárcenas"y su relación con el PP para colegir que los populares "no han hecho nada más que gestionar una mentira tras otra". Su impresión es que el ex tesorero, "no solamente acabará sentado en el banquillo", sino que también "está sentado"entre los miembros del Gobierno, como la ministra de Sanidad, Ana Mato, por los supuestos regalos que recibió su familia de la trama Gürtel, y del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por el hecho de que el ex tesorero se acogiera a la amnistía fiscal.