Accidente de tren en Santiago

El juez del Alvia toma declaración al jefe que alertó del peligro en Angrois

José Ramón Iglesias Mazaira, el jefe de maquinistas de Orense que apuntó dos años antes del accidente de tren del 24 de julio de 2013 la posibilidad de poner señales de limitación de velocidad a la altura de Angrois, ha salido hoy del juzgado con un contundente mensaje: "Ya dije mucho".

La curva que no pudo salvar Francisco José Garzón Amo el verano pasado en la capital gallega solamente contaba con una indicación que de poco valdría si el factor humano fallase, según la carta que redactó Mazaira, y de no reducir "previamente la velocidad, nada se podrá hacer ya", avisaba este informe en el que proponía la adopción de medidas para aminorar o eliminar el riesgo de una tragedia.

"No estoy en condiciones de hablar nada", ha dicho hoy a los informadores este trabajador, y ha contado que su testimonio ante el juez Luis Aláez fue muy extenso, tras dos horas y media en las que contestó a las preguntas del magistrado y también de los letrados.

En una jornada maratoniana, el instructor de la causa abierta tras el trágico descarrilamiento del Alvia Madrid-Ferrol toma declaración en calidad de testigos a tres empleados de Renfe, Iglesias Mazaira; a su inmediato superior, el coordinador de maquinistas de Renfe en Galicia, José Luis Rodríguez Vilariño, y a Ángel Lluch Perales, que entonces formaba parte de la Gerencia de Seguridad en la Circulación de Viajeros.

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha informado de los datos actuales de personados -95 lesionados y 59 fallecidos- y de la existencia de dos acusaciones particulares, la Asociación de Perjudicados por el Accidente Ferroviario del Alvia (Apafas) presidida por Cristóbal González, y el colectivo Manos Limpias, que está pendiente del abono de la fianza.

El único imputado es el maquinista, Francisco José Garzón Amo, y hay tres responsables civiles, según la misma fuente, Renfe y dos aseguradoras.

Uno de los abogados, Arturo González, ha avanzado la posibilidad de que cambie el "rumbo"de la investigación ante la "línea"por la que está "tirando"el juez, y de Aláez ha dicho que aunque se haya aprobado el cambio de juzgado que había pedido, "esto no debería influir mucho porque hay unos pasos que ya se han dado y ya no se puede dar marcha atrás".

Esta opinión no fue compartida por otro letrado, José Lorenzo, que entiende que Aláez ha de seguir un "poco más"y se ha mostrado "asombrado"ante el comportamiento que él ve poco colaborador en Renfe y el gestor ferroviario Adif.

El maquinista, Francisco José Garzón Amo, es en este momento el único imputado después de que la Audiencia Provincial de A Coruña exonerase a los miembros del consejo de administración del gestor ferroviario Adif y a los cinco técnicos responsables de la seguridad en la circulación.

El auto con el que el órgano de apelación levantó la imputación de estos cargos supuso que la instrucción judicial retornase al punto en el que se encontraba a los cuatro días del suceso, con el conductor, -que no redujo la velocidad del convoy-, acusado de homicidio imprudente.

No obstante, no se cierra la puerta a que se siga investigando para comprobar si en ese tramo, con una reducción drástica de velocidad de 200 a 80 kilómetros por hora, se necesitaban medidas adicionales de seguridad y así se determina por consenso técnico, puesto que en caso contrario tal apreciación es "prematura y carente de base suficiente".

El juez instructor Luis Aláez, que consagra sus días de forma concienzuda a este caso, ha seguido desde un inicio una línea de investigación que apuntaba a una causa múltiple.