Tribunal Supremo
El PDeCAT empuja a Mas hacia otro abismo tras su inhabilitación
La sentencia deja al ex president fuera de la nueva era de su partido y lleva a los soberanistas a plantear un adelanto del referéndum
La sentencia deja al ex president fuera de la nueva era de su partido y lleva a los soberanistas a plantear un adelanto del referéndum
Tras conocerse el fallo sobre la consulta del 9-N, en Cataluña reinaba ayer una calma tensa. Mucha comparecencia, muchos golpes en el pecho pero nadie se atrevía a aventurar en público en qué lugar queda el proceso independentista y, por extensión, el referéndum. Las posibilidades, en el fondo, no son tantas, pero algunas son innombrables. Es decir, con el fallo sobre la mesa, los políticos catalanes podrían adelantar la convocatoria del referéndum, lo que significaría exponerse a una nueva desobediencia a no ser que el Estado actúe y lo prohíba. Lo que desembocaría en nuevas elecciones. Esto último, en cualquier caso, se intuye como el final de todo este proceso ocurra lo que ocurra. Faltaría por ver qué papel jugarán las asociaciones independentistas, como Òmnium y la Asamblea Nacional Catalana (ANC), más proclives a la desobediencia, como también sucede con la CUP, y que se esclarezca la posibilidad de que Artur Mas pueda concurrir a las eventuales elecciones como candidato del PDeCat, que ya ha empezado a utilizar la figura del ex president como mártir de la causa.
Con todo este embrollo como telón de fondo, el único que fue capaz de insinuar alguna reacción fue el president de la Generalitat. Carles Puigdemont abrió la puerta a avanzar el referéndum y celebrarlo «a finales de verano». Es decir, poco antes de la fecha prevista, que sería finales de septiembre. A su lado, el conseller de Economía y líder de ERC, Oriol Junqueras, que de un tiempo a esta parte se mantiene en un discreto segundo plano sabedor de que tiene todas las papeletas para ser el próximo president mientras teje relaciones con el Gobierno en un discreto segundo plano. Puigdemont aseguró que la condena de inhabilitación «la indultará el pueblo de Cataluña en referéndum» y aseguró que el fallo no cambia «nada» en su hoja de ruta.En el caso del PDeCat, sin embargo, cada vez son más las voces desde los sectores más jóvenes que esperan que el ex president dé definitivamente un paso atrás. Al fin y al cabo, al margen del fallo, Mas se encuentra rodeado de varias tramas de corrupción que podrían afectar electoralmente a la antigua Convergència. No en vano, al PDeCat le han coincidido en el tiempo los juicios del 9-N con los del 3 por ciento y el caso del Palau de la Música. De hecho, encuestas recientes sitúan al PDeCat por debajo de los 20 diputados, lo que podría significar caer a la cuarta o incluso quinta plaza en el Parlament, mientras dan a ERC una holgada victoria electoral. Mas llevaba tiempo preparando su vuelta al ruedo político, con una holgada agenda de actos por España y el extranjero, para frenar las aspiraciones de Junqueras. Su credibilidad, sin embargo se encuentra bajo mínimos.
Desobediencia activa
En el otro lado de mesa falta por ver la reacción de las asociaciones y los partidos más beligerantes a favor del «procés». Mucho más partidarios que los miembros de la Generalitat a practicar una desobediencia activa en contraposición a la de Mas y compañía. La CUP censuró el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al considerar que «es una sentencia política contra 2 millones de personas que salimos a votar por los derechos nacionales del país. No acatamos». Su diputada Anna Gabriel advirtió de que Cataluña ha de seguir por la senda de la desobediencia con los ojos puestos en la consulta. «La respuesta a la sentencia ha de ser que vayan preparando la condenatoria de convocar y celebrar el referéndum».
Desde las organizaciones independentistas que apoyan al Gobierno catalán, el presidente de la Asamblea Catalana, Jordi Sànchez, llamó a hacer caso omiso de la sentencia. «Aceptar la condena del TSJC es tanto como renunciar al principio de que votar no es ningún delito. Un solo día de inhabilitación ya sería excesivo», señaló a través de las redes sociales. Desde la cuenta oficial de Òmnium Cultural se tuiteó: «Sentencias como las de hoy nos trasladan a una etapa predemocrática que creíamos haber dejado atrás. Ninguna habilitación nos parará». La ANC, sin ir más lejos, plantea llevar a cabo grandes manifestaciones, acampadas indefinidas y la ocupación de infraestructuras, entre otras acciones, como respuesta a las eventuales medidas que aplique el Gobierno español para frenar el desafío independentista.
De Òmnium cultural a dirigir TV3
Hay relevo en en la dirección de TV3. Del moderado Jaume Peral se pasa al claramente independentista Vicent Sanchís y antiguo dirigente de Òmnium Cultural. En una vorágine total de juicios relacionados con la antigua Convergència, debates sobre la posibilidad de celebrar un referéndum independentista, se produce este relevo. Se trata del citado periodista Vicent Sanchís (Valencia, 1961), según confirmaron fuentes de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (Ccma). Durante su larga carrera periodística, y también con libros, Sanchís nunca ha ocultado su ideología independentista, sino todo lo contrario. Lo ha demostrado en sus cargos de responsabilidad.
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